Un muerto y 48 heridos al volcar un autobús en la autovía Madrid-Burgos
Un hombre de 67 años falleció ayer y una mujer de 71 permanecía ingresada en estado grave como consecuencia de un accidente ocurrido en el kilométro 201 de la autovía Madrid-Burgos (N-I), a la altura de la localidad burgalesa de Lerma. El siniestro ocurrió sobre las cuatro y cuarto de la madrugada de ayer, miércoles. El autobús, que cubría la línea regular Torrevieja-Bilbao, salía de la autopista por una vía de servicio cuando el conductor perdió el control y acabó volcando en la calzada.
El delegado del Gobierno en Burgos, Paulino del Valle, señaló que la causa más probable del accidente fue un error o despiste del conductor. "Todo apunta a que se trata de un fallo humano, porque la salida de la autovía tiene una señal que prohíbe circular a más de cuarenta kilómetros por hora y parece que, por un despiste u otra causa que desconocemos, el autobús iba a una velocidad mayor", dijo. El chófer del autobús se dirigía precisamente a un área de servicio para efectuar un relevo. En el autocar viajaban, además del conductor, de 37 años y que resultó herido leve, 17 personas con destino a Vitoria y 38 que se dirigían a Bilbao.Además de la víctima mortal y la herida grave, en el accidente sufrieron lesiones de distinta consideración 48 personas, de las que sólo siete permanecían ingresadas a última hora de la tarde de ayer. Algunos de los heridos fueron trasladados a centros hospitalarios del País Vasco una vez estabililizada su situación. La mayor parte de los heridos recibieron el alta a lo largo del día y siguieron viaje a sus lugares de destino en dos autobuses fletados por la empresa Bilman-Bus, propietaria del autobús siniestrado.
El elevado número de heridos obligó a habilitar el salón de actos del Hospital General Yagüe de Burgos como sala de curas improvisada para atender los casos menos graves. En el traslado de las víctimas del accidente participaron varias ambulancias de la provincia y una ambulancia de DYA de Castro-Urdiales (Cantabria) cuyos sanitarios vieron el suceso desde la autovía y se aprestaron a colaborar.
Hasta el Hospital General Yagüe se desplazó a mediodía el consejero de Sanidad del Gobierno vasco, Gabriel Inclán, quien permaneció en el centro casi dos horas interesándose por el estado de los heridos, prestando apoyo moral a los familiares y ofreciendo la ayuda del Gobierno vasco para trasladar a cuantos heridos fuera posible a centros hospitalarios próximos a su lugar de residencia.
La única víctima mortal, Galo Goicoechea, de 67 años, falleció seis horas después del accidente, cuando era atendido en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General Yagüe La mujer de 71 años, Úrsula Alcalde, permanecía ayer en estado grave, aunque no se temía por su vida. Una tercera persona, cuyas iniciales son J. L. G., se encontraba ingresada en el servicio de reanimación del citado centro sanitario burgalés tras haber sido intervenida quirúrgicamente.
El vehículo accidentado cubría la línea regular Torrevieja-Bilbao. Había salido a las 19.55 del martes con 30 pasajeros a bordo, a los que se unieron otros 25 en las varias escalas previstas.
Desde un primer momento los responsables de la empresa Bilman-Bus, propietaria del autocar, descartaron casi por completo la posibilidad de que el origen del suceso estuviera en un fallo mecánico. El vehículo se había matriculado hace sólo una semana en Madrid, el pasado 14 de julio. El cuentakilómetros del autobús señalaba que sólo había recorrido 5.000 kilómetros. Era totalmente nuevo. Por eso, los responsables de la compañía y la Guardia Civil se inclinan por la hipótesis del fallo humano.
La curva era muy cerrada, con una señalización clara de prohibición de circular a más de 40 kilómetros por hora. A pesar de ello, el conductor no redujo lo suficiente su marcha, lo que provocó que, tras perder el control del autobús, chocara contra la valla de protección lateral y acabara volcando sobre la calzada. El punto en que ocurrió el siniestro es una salida con buena visibilidad y bien señalizada en la que, hasta ahora, no se había producido ningún accidente grave, pese al elevado número de vehículos que la utiliza diariamente.
Cambio de conductor
El accidente del autobús se produjo precisamente cuando el conductor trataba de salir de la autopista para hacer una parada en la que estaba previsto un cambio de conductor. La primeras hipótesis achacaban al exceso de velocidad el accidente, por lo que el hecho de que el conductor estuviera ya finalizando las horas al volante que tenía previstas podría haber influido en el siniestro. Además, la hora en la que el autocar volcó -las cuatro y cuarto de la madrugada- llevan a los investigadores de la Guardia Civil a apostar por el fallo humano como la causa más probable de este accidente. Se unieron a ello, según la Guardia Civil, el exceso de velocidad con la complicación de tener que afrontar una curva muy cerrada.
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