Primer accidente mortal en 25 años de vuelos comerciales y un historial técnico casi impecable
Un día después de que Air France admitiera la existencia de fisuras microscópicas en cuatro de sus seis aparatos, uno de los dos que no presentaban grietas se estrelló a las afueras de París. Se trata del primer accidente mortal del avión supersónico que revolucionó la imagen de la aviación comercial hace 25 años. En este cuarto de siglo, los aparatos bajo bandera de las compañías British Airways y Air France, las únicas que lo poseen, han sufrido diversos fallos técnicos menores, como pérdida de piezas durante el trayecto, bloqueos en el tren de aterrizaje o pérdidas de potencia en los reactores.
El último problema detectado en el Concorde, y confirmado el lunes por la compañía aérea francesa, ha sido el de las microfisuras en las alas. Un portavoz de Air France aseguró entonces que éstas no representaban riesgo alguno para la seguridad del avión ni para los pasajeros.Las fisuras, descubiertas hace varios meses, afectaban a los siete aparatos de la compañía aérea británica y a cuatro de los seis aviones supersónicos que componían la flota de la aerolínea francesa. "Es un fenómeno conocido que afecta a muchos aviones, no sólo al Concorde", afirmó el lunes el portavoz de Air France.
British Airways fue la primera en reconocer el contratiempo en sus Concorde -eso sí, después de que la prensa británica publicara la información- para eliminar cualquier sospecha sobre la seguridad de sus aparatos. La aerolínea británica detectó microfisuras de unos 50 milímetros en las alas hace "varios" meses. La empresa comunicó la existencia de estas anomalías a las autoridades de la aviación civil, según dijo un portavoz de la empresa, y obtuvieron el permiso para continuar volando. Pero los técnicos de British Airways comprobaron la semana pasada que las fisuras en uno de los aviones habían crecido otros 16 milímetros y por ello lo retiraron del servicio.
La causa del accidente de ayer en París no guarda, al parecer, relación con esta cuestión, pues el aparato siniestrado era uno de los dos que no presentaban ese tipo de microgrietas. La hipótesis, según las primeras investigaciones, se centra en uno de los dos motores izquierdos, que un testigo vio arder antes de estrellarse.
Incidentes menores
Este mismo año, el 30 de enero, dos Concorde de British Airways tuvieron que efectuar sendos aterrizajes de emergencia en menos de 24 horas. El primero debió tomar tierra en el aeropuerto de Heathrow por un fallo en uno de sus cuatro motores; el segundo, que decidió retornar a Londres tras el despegue, tuvo un aviso del ordenador de a bordo de la existencia de un incendio.En 25 años de servicio comercial y con más de cuatro millones de pasajeros transportados en su historia, los problemas técnicos se han reducido a pérdidas de potencia en algunos de los motores, fallos en el mecanismo hidráulico del tren de aterrizaje o en la alimentación de carburante.
El incidente más grave dentro del extraordinario récord de seguridad de este tipo de avión ocurrió el 14 de abril de 1989, cuando un Concorde de la compañía British Airways perdió la mitad de su timón al cruzar el mar de Tasmania, aunque logró después aterrizar sin contratiempos. Las autoridades británicas ordenaron la revisión de todos los aparatos.
El 3 de junio de 1995, un Concorde de Air France aterrizó en el aeropuerto John F. Kennedy, de Nueva York, tras succionar dos patos en su vuelo de aproximación y sufrir un ligero incendio en uno de sus motores.
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