El rápido aterrizaje de Rodríguez Zapatero en Ferraz
El nuevo secretario general del PSOE acudió a la sede federal del partido para saludar a todos los empleados y convocar la primera reunión ejecutiva
Sobre la marcha, cambió de planes. Se quedó la noche del domingo en Madrid y a la mañana siguiente se fue a saludar a los empleados de la sede federal del PSOE, en la calle Ferraz, y a atender una pequeña parte de la multitud de llamadas que había recibido.A primera hora de la jornada, después de desayunar, concedió una entrevista a la Cadena SER. Cuando terminó, puso rumbo a la sede del PSOE. Allí se encontraban ya, desde hacía un par de horas, José Blanco, secretario de Organización; Trinidad Jiménez, secretaria de relaciones internacionales, y Álvaro Cuesta, secretario de Ciudades y política municipal. Era casi mediodía. El nuevo líder socialista subió a la última planta del edificio, la quinta, y empezó a saludar una por una a todas las personas que se encontraban trabajando. Acompañado por Blanco, Jiménez y Cuesta, fue recorriendo todas las instalaciones, de arriba a abajo. Después, posó para los fotógrafos y la cámaras de televisión en su despacho de secretario general, a donde no había trasladado todavía ningún objeto personal.
Después, se reunió con el nuevo secretario de Organización, que con anterioridad había conversado con el gerente del partido para informarse de algunos asuntos relacionados con la gestión administrativa y de personal. Los nuevos responsables del aparato organizativo tienen previsto celebrar una reunión con todos los empleados de la sede federal tras las vacaciones del verano, el próximo mes de septiembre.
Ya instalado en su despacho, José Luis Rodríguez Zapatero recibió en torno a las 13.15 la llamada del presidente del Gobierno, José María Aznar. En la conversación, quedaron en mantener una entrevista mañana por la tarde en el palacio de La Moncloa. Rodríguez Zapatero había evitado el pasado domingo, en su primera rueda de prensa, dar la sensación de que tuviera prisa en ser recibido por el jefe del Ejecutivo. Probablemente, para evitar errores cometidos en el pasado por su partido. No obstante, es verdad que desde el primer momento Rodríguez Zapatero ha abogado públicamente por un pacto de Estado sobre la política de inmigración y ha mantenido que la colaboración con el Gobierno en política antiterrorista debe estar protegida por la mayor discreción.
El nuevo secretario general aprovechó su estancia en la sede, en la que permaneció hasta las 14.45, para convocar la primera reunión de la ejecutiva federal recién elegida. Sus miembros fueron avisados de que la cita es el próximo jueves. El orden del día de la sesión consistirá en un análisis del congreso federal del pasado fin de semana y de las perspectivas sobre los próximos congresos regionales, e incluirá un apartado denominado agenda del cambio.
Aunque Rodríguez Zapatero no ha tomado todavía decisiones definitivas sobre su calendario de trabajo para el futuro inmediato, es muy probable que suspenda las vacaciones que tenía previstas. Según algunos de sus colaboradores, lo que seguramente hará será trabajar varios días de la semana en la sede del partido y luego coger algún día junto al fin de semana para estar junto a su familia en la costa mediterránea.
Por el momento no se va a trasladar a vivir a Madrid, a la espera de encontrar una vivienda que reúna las condiciones de seguridad que requieren su nuevo cargo.
En sus primeras horas en la sede del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero recibió ayer sendas felicitaciones del canciller de la República Federal Alemana, Gerard Schröder, y del presidente del Gobierno francés, Lionel Jospin.
