Figo ya luce el '10' del Real Madrid
Florentino Pérez pagó ayer los 10.270 millones que costaba el jugador portugués, quien aseguró tener la conciencia tranquila
A su derecha, Florentino Pérez; a su izquierda, Alfredo Di Stéfano. En sus manos, la camiseta con el número 10, que será suyo durante los próximos seis años. Luis Figo es, desde ayer, desde las tres menos diez de la tarde de ayer, jugador del Real Madrid. A esa hora, en la sede de la Liga de Fútbol Profesional se recibía el cheque conformado y avalado por una entidad bancaria por valor de 10.270 millones de pesetas, correspondientes a su cláusula de rescisión (10.000) y al 2,7 del IPC (270). Tres horas después, Figo entraba en la sala de trofeos del Bernabéu. Vestido con una camiseta blanca, toda una declaración de intenciones, y acompañado, casi de la mano, por Benito, el futbolista portugués se colocaba delante del centenar de periodistas que allí le esperaban.Tomó la palabra Florentino Pérez. Sonrisa en ristre y guiñando el ojo a su gente de confianza, el presidente blanco comenzaba así su breve discurso: "Supone una satisfacción personal presentarles a todos los aficionados del Real Madrid, a Luis Figo. Y hacerlo aquí, en esta sala y delante de Di Stéfano, como se merece Figo, uno de los mejores futbolistas del mundo. En esta casa siempre se ha acogido con cariño a los grandes. Quiero decirle a Luis que espero que la profesionalidad que ha demostrado hasta ahora la demuestre con esta camiseta, la camiseta del mejor club del siglo. Sé que el público te va a querer como lo hacemos quienes formamos esta junta".
"Intentaré ganarlo todo"
Un aplauso cerró la intervención del presidente, quien cedió la palabra a Figo, quien bajito, casi en un susurro, dijo lo siguiente: "Quiero transmitir que intentaré dignificar al máximo el nombre del Real Madrid y espero ser aquí tan feliz como lo he sido en Barcelona. Sólo puedo prometer trabajo e intentar ganarlo todo. Gracias". Hubo preguntas, pero no respuestas, y Figo fue llevado por los guardias de seguridad hacia el césped. Lo que no resultó extraño teniendo en cuenta que fue esa la tónica habitual del día. De un día que comenzó para Figo a las nueve de la mañana, cuando cogía en Lisboa un avión privado, que puso el Madrid a su disposición, y volaba a la capital, a Torrejón concretamente, donde aterrizó una hora después.Allí empezaron las carreras, las persecuciones, los despistes. Decenas de periodistas buscaron a Figo durante la mañana. Le encontraron en la clínica Rúber, donde ante la mirada del doctor Del Corral pasó el reconocimiento médico. Poco después acudía, acompañado de Julio Senn, director general; de Julio Zendal, jefe de seguridad del club; de José Veiga, su representante, de Paulo Futre y de un puñado de guardaespaldas, al despacho de José Luis del Valle, notario de profesión, donde se reunió con Florentino Pérez. Allí se acabaron de dar los últimos retoques al contrato del futbolista, un contrato que le unirá al club por las seis próximas temporadas, por cada una de las cuales cobrará cerca de 800 millones netos. La cláusula de rescisión se eleva hasta los 30.000 millones.
Mientras Figo se iba a comer con el presidente, sus asesores seguían buscando el cheque de 10.270 millones que no llegaba. La Liga de Fútbol Profesional (LFP) cerraba sus puertas a las tres de la tarde, y media hora antes allí no había aparecido nadie con cheque alguno. Por fin, a las tres menos diez, se presentó Vicente Montes Flórez, asesor legal de José Veiga, que se reunió con Toni Fidalgo, secretario general de la LFP, a quien le hizo entrega del cheque en cuestión. Instantes despúes, una llamada telefónica informaba al Barcelona de manera oficial que el jugador ya no le pertenecía.
Finalizados todos los trámites, presentación incluida, Figo volvió anoche a Portugal, donde apurará sus vacaciones hasta que el día 31 se presente en el Ciudad Deportiva. Pero antes de volar a su país, le dio tiempo a pisar el césped del Bernabéu. Y allí, rodeado de cámaras, contestó algunas preguntas. "Tengo la conciencia tranquila", dijo, "porque me considero una persona de palabra. Desde el principio tuve claro que iba a jugar en el Real Madrid. Quiero pedir perdón al Sport , pero hay que entender que como profesional que soy no podía desvelar mi situación". Interrogado sobre el recibimiento que le aguarda en su primera visita al Camp Nou, Figo contestó: "Soy consciente de que va a ser complicado volver allí. Pero lo asumo. Me gustaría haberme ido de otra manera, pero no me lo han hecho posible". Antes de despedirse, el portugués quiso dejar claros sus sentimientos. "Lo siento por los compañeros del Barça y especialmente por su afición. Pero así son las cosas y yo ya me siento madridista".
Con Figo son nueve los jugadores que han volado a Madrid: Samitier (1932), Schuster (88), Milla (90), Nando (92), Laudrup (95), Soler (95) y Celades (tras pasar por el Celta, 2000), y ocho los que han tomado la dirección opuesta: Marrero (1936), Muller (65), Amador (82), Hagi (93), Prosinecki (94), Luis Enrique (96) y Dani (tras jugar en el Mallorca, 99).
Con Figo se marchó el presidente, al que le quedan un buen número de temas por resolver. Florentino Pérez aseguró que el día había sido de lo más normal, "al menos para mí, que sabía hace mucho tiempo que este día llegaría", y enfatizó respecto a esa seguridad: "Soy una persona que habla poco y actúa mucho. Dije hace tiempo que Figo sería jugador del Madrid y ya lo es. Que no se preocupen los socios por el dinero que ha costado Figo. Porque, y de esto que no le quepa duda a nadie, este club volverá a ser un club rico".
Se despidió entonces Florentino Pérez de Figo y volvió a sus oficinas, a seguir resolviendo temas pendientes. El más acuciante, el de la deuda, que ha retrasado el pago de los 600 millones del fichaje de Solari. O que ha provocado que se les deba la segunda nómina de la pasada temporada a los jugadores de la plantilla. Problemas que, sin embargo, no han impedido que ayer, a cambio de 10.270 millones de pesetas, Figo se convirtiera en nuevo jugador del Madrid.
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