El 'bou capllaçat' recorre las calles de Sant Carles de la Ràpita

Cualquier día de verano puede resultar un peligro para un toro en las comarcas del Ebro. La acumulación de fiestas mayores en la época estival proporciona programas de actos repletos de actividades taurinas en sus más diversas variedades. Bous capllaçats, correbous, bous embolats, espectáculos tradicionales a menudo polémicos, y contra los que lucha, desde este año, la recientemente creada Asociación para la Defensa de los Toros en las Comarcas del Ebro.Este fin de semana, los turistas y habitantes de Sant Jaume d'Enveja, Sant Carles de la Ràpita, Arnes y Camarles han podido presenciar espectáculos cuyo protagonista principal es una res negra y brillante, que sobrepasa habitualmente los 500 kilos de peso, a la que se hace recorrer las calles mientras adultos y niños espolean su viaje hacia el matadero. Así sucedió ayer en Sant Carles de la Ràpita (Montsià). Este municipio marinero convocó a los vecinos a las 7.00 de la mañana para soltar el primer bou capllaçat. La propuesta consiste en atar a la cabeza del animal una soga cuyos cabos permiten controlar sus movimientos. Varias decenas de mozos tiran de la soga hacia delante si el toro pretende embestir a los hombres situados en la cola y al contrario. A las 10.00 de la mañana fue soltado el segundo toro. Si los primeros espectadores resultaron ser mayoritariamente grupos de jóvenes y adultos, la segunda ronda fue seguida muy de cerca por numerosos niños.