Los aspirantes reconocen buena voluntad a la comisión política

El trabajo de la Comisión Política fue ayer enjuiciado por los representantes de los cuatro candidatos en la Cadena SER y la moderación presidió sus opiniones. Los más críticos fueron Rafael Simancas, en nombre de Matilde Fernández, y Luis Atienza, responsable de campaña de Rosa Díez. Atienza declaró: "La gestora ha hecho el trabajo con su mejor voluntad y criterio, pero ha cometido un enorme error político porque si queremos un secretario general fuerte y con capacidad de integración, tenemos que sacarlo con más del 51%"."Ha podido haber voluntad de neutralidad", dijo Simancas, pero negar la segunda vuelta puede favorecer a unos más que a otros". Mucho más duro ha sido el presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, para quien la fragmentación del voto impedirá que el secretario general lo sea con un apoyo sólido. Trinidad Jiménez, del equipo de José Luis Rodríguez Zapatero, destacó "la libertad y las facilidades" que ha ofrecido la Comisión Política, en tanto que José María Barreda, vicepresidente del Gobierno de Castilla-LaMancha, calificó de "impecable" la labor de la gestora.

El responsable de la Comisión Política, Manuel Chaves, no oculta que su apuesta por la primera vuelta tiene que ver con el deseo de animar el "voto útil" de los delegados, a la vista de que sólo tendrán una oportunidad para que concentren su voto en quien les parezca más adecuado.

Su esperanza está en que funcione ese resorte y se conforme en torno a una persona una mayoría sólida. "Forjar una mayoría" es lo que han buscado desde el primer momento las federaciones andaluza, aragonesa y gallega, en permanente contacto con el PSC. En torno a quién se forjaba esa mayoría se ha ido complicando a medida que pasaban las semanas. De manera convencional se afirma que esa corriente mayoritaria la encarnan José Bono, José Luis Rodríguez Zapatero y Rosa Díez. Matilde Fernández nunca ha ocultado que su proyecto es diferente, y aunque ha hecho gala de su talante integrador, sus planteamientos no cuadran en lo que sería políticamente correcto dentro del PSOE. Esto también se pondrá de manifiesto hoy mismo, cuando en la discusión de la ponencia-marco los guerristas critiquen la etapa de poder que encarnó el anterior secretario general, Joaquín Almunia. La mayoría, sin embargo, obviará ese pasado inmediato.