El Gobierno une Bazán y Astilleros para lograr beneficios en tres años

Bazán y Astilleros se integran. Así lo anunció ayer Pedro Ferreras, presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que controla el 100% del capital de ambas. El objetivo del proyecto es lograr que el grupo sea rentable en tres años, según Ferreras. El nuevo grupo naval, el décimo del mundo por ingresos, con 225.000 millones de pesetas, cuenta con 12 centros de producción, que "se mantendrán". El ahorro de costes previsto es de 20.000 millones de pesetas en tres años.

Integrar los astilleros militares y los civiles es algo que ya han hecho los principales países de la Unión Europea y Estados Unidos. En España, el proyecto se ha abordado cuando se ha visto poco menos que imposible que Astilleros Españoles lograra números negros. Tras enlazar cuatro planes estratégicos con distintos nombres desde 1984 a 1998, Astilleros ha acumulado pérdidas de 587.000 millones de pesetas y perdió 12.241 empleos. En 1999, la pérdidas fueron de unos 20.000 millones de pesetas.La SEPI trató en el mes de diciembre de salvar de la quiebra a Astilleros al comprarle algunos activos inmobiliarios en una operación poco ortodoxa que está siendo analizada con lupa por la Comisión Europea en los últimos días.Ferreras señaló ayer que con la integración se da una respuesta empresarial a los duros condicionantes del mercado mundial. El primer condicionante es la competencia desleal de los astilleros coreanos que, al vender un 20% por debajo del precio de coste, han copado el 38,4% del mercado mundial. El segundo, la política de supresión de ayuda de la Comisión Europea. El tercero, el exceso de la capacidad de producción y, el cuarto, el recorte de los presupuestos de defensa en la mayoría de los países.

La fusión permite dar aire a Astilleros y sacar trabajo de Bazán cuya capacidad de producción está saturada por la gran cartera de pedidos que tiene, entre la que destaca la construcción de varias fragatas para Noruega el mayor contrato de exportación de la historia de la empresa. Bazán lleva varios años mejorando sus resultados y, en el año 1999, logró 500 millones de beneficios.

El nuevo grupo (a falta todavía de nombre y de presidente) nace con una cartera de pedidos de 638.000 millones de pesetas. De esa cantidad, 356.000 millones se han conseguido en el primer semestre de este año. Del total de la cartera de pedidos, el 60% pertenece al sector militar y el 40% al sector civil.

Ferreras ha informado del proyecto a la Comisión Europea que "no debe poner ningún problema en cuestiones de competencia, por cuanto otros proyectos similares se han aprobado en otros países del Unión Europea".