Compraventa

Son tan amargas las noticias reales, empezando por el nuevo, absurdo e indecente asesinato de ETA, que hoy he decidido dar una pirueta circense y sumergirme una noticia casi irreal: el asombroso contrato prematrimonial de Catherine Zeta Jones y Michael Douglas. Tras un mes de negociación y chalaneo, estas dos luminarias del celuloide han firmado un acuerdo: si se divorcian, ella recibirá 560 millones de pesetas por año de convivencia.Cabría preguntarse por qué se considera de justicia que, en caso de ruptura, sea ella quien reciba el dinero, y no él. Se parte sin lugar a dudas de una vetusta tradición: durante largos siglos, el hombre ha comprado a la mujer como quien compra un caballo. Dependiendo de sus necesidades y su posición económica, el varón adquiría una criada, o una amante, o un símbolo de estatus. Como durante siglos a la mujer se le impidió tener un oficio y ganarse la vida por sí misma, para subsistir necesitaba venderse al mejor postor. Qué ha sido el matrimonio tradicional, sino una compraventa apenas disimulada de doncellas. Las mujeres más lúcidas lo supieron ver y denunciar desde siempre. Como Mary Wollstonecraft, que, en el siglo XVIII, se atrevía a escribir que el matrimonio no se diferenciaba de la prostitución.
Pero Catherine Zeta Jones no es una pobrecita muchacha victoriana sin más recursos que una boda con un hombre que la ampare. De hecho, es una actriz de moda y debe de ganar verdaderas millonadas. ¿Que él es más rico que ella? Bueno, ¿y qué? Siempre he detestado a las mujeres que pretenden acabar con el sexismo pero sólo en la parte que les conviene, y que se convierten en tiernas damiselas en cuanto que pueden sacar tajada de ello. Despojado de la justificación de la necesidad, este acuerdo preconyugal deja al desnudo, con claridad didáctica, la antigua naturaleza venal del matrimonio. Catherine se ha vendido a sí misma, y se ha vendido carísima. Y Douglas, que es un señor libre y adulto, la ha comprado. Esto sí que es dejarse de pamemas. Ahora sólo falta saber si a la Jones le sería más rentable aguantar un año, o dos, o cinco. Tal vez convendría hacer un estudio de optimización del leasing.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
El temporal deja inundaciones en Málaga y mantiene en aviso naranja a cuatro provincias
Una oposición desnortada en la Comunidad Valenciana
La política de hijo único castiga a China: por qué la caída de la natalidad preocupa cada vez más al Gobierno
Ser (y siempre haber sido) el mejor del mundo: Duplantis habla del miedo, el ego y su futuro como atleta
Lo más visto
- Los grandes derrotados del Gordo de Navidad de Villamanín, 15 jóvenes de entre 18 y 25 años: “Hoy hemos perdido amigos”
- El alpinista Simone Moro sobrevive a un infarto a 5.000 metros y anuncia la creación de un servicio de rescate aéreo en el Karakoram de Pakistán
- Acuerdo en Villamanín por el Gordo sin repartir: la comisión de fiestas cede más de dos millones por la paz del pueblo
- ¿Qué pasa si uno solo de los ganadores del Gordo de Villamanín decide denunciar?
- Desaparecidos cuatro españoles de una misma familia de Valencia en un naufragio en Indonesia




























































