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LA OFENSIVA DE ETA

Lluvia de cascotes en la piscina

Concentración

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El coche bomba que ETA activó en Ágreda estalló poco después de la ronda de los agentes

Los vecinos de Ágreda, una población de 3.600 habitantes al este de la capital, atribuyeron en un principio el ruido de la explosión a uno de los aviones que suelen cruzar sus cielos y que rompen la barrera del sonido. Los que estaban en casa supieron enseguida que no podía ser, por el humo y por los destrozos: escayolas del techo caídas, persianas rotas o abombadas, portales destrozados...El lugar donde fue colocado el coche bomba suele estar muy transitado en verano, pues es paso obligado para acceder a las instalaciones de la piscina y al polideportivo de la localidad. Una lluvia de cascotes y chapa de automóvil sorprendió a los bañistas, unos 50, que en ese momento disfrutaban de las instalaciones, buscando descanso y sol a la falda del Moncayo.

También junto al lugar se encuentran la iglesia del Carmen y la Escuela-Hogar García Arroyo. Las vacaciones de verano han evitado una desgracia mayor, ya que diariamente es allí donde comen unos 50 escolares de Ágreda y alrededores. El coche bomba estalló muy cerca de la caldera de gasolina para la calefacción. El director de la escuela-hogar, José Antonio del Campo, fue de los primeros en entrar en la misma, encontrando "tuberías rotas, agua corriendo en el interior, puertas destrozadas y otras atrancadas; de las ventanas prácticamente ninguna se puede salvar".

Y a pesar de la desgracia, de los numerosos cristales rotos y del susto que todavía siente la población agredeña, se percibe cierta sensación de fortuna, "porque si hubiese sido en la madrugada del domingo, hubiese cogido a mucha gente del barrio del Carmen que estaba celebrando sus fiestas. Al ser domingo y a esa hora, la gente circula menos o está en su casa".

El Ayuntamiento de Ágreda celebró a las nueve de la noche un pleno extraordinario en el que se mostró la repulsa por estos actos y se acordó convocar una concentración ciudadana para el mediodía de hoy, en la que se espera la presencia del ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, el director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso, y del secretario de Estado para la Seguridad, Pedro Morenés.Efectivos de la Guardia Civil de la localidad se pusieron pronto en contacto con los vecinos afectados por la onda expansiva, se interesaron por los daños ocasionados en las viviendas particulares, visitando a los vecinos vivienda por vivienda, indicándoles la forma en la que debían actuar para denunciar dichos destrozos. Muchas familias dijeron sentir "alivio" al conocer que la propia Guardia Civil se interesaba por su estado físico y por el estado en el que se encontraban las viviendas. Algunas familias durmieron ayer "con las ventanas abiertas, por no decir rotas, destrozadas; pero en Ágreda, ya se sabe que el aire del Moncayo es muy saludable, así que lo llevamos bien, aunque el gusanillo va por dentro".

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