Melons d'aigua
El campo también va bien. Tras una mala campaña de naranjas -disimulada, por ser periodo electoral- se anuncia una excelente cosecha de sandías. Acusadas de islámicas, pero santificadas por la Biblia, en su éxodo, en el seco Sinaí, los israelitas soñaban melons d'aigua del valle del Nilo; con el cristianismo penetraron en el mundo grecolatino. Refrescantes, repletas de sales minerales, pero sin calorías, vitaminas ni dulzor garantizada: L'amor de la joveneta/ l'acompare a un meló;/ de fora, la cara alegre,/ de dins la traïció.Pululan en nuestras huertas y hasta en el frío monasterio de san Millán de la Cogolla, ejemplo de diversidad al reunir en sus Glosas las primeras vaharadas del castellano y el vasco (lo ocultan los del PP, una "tergiversación interesada"), más dotado para producir melons de cristià que de moro, se han visto lo menos ochocientas sandías con un nivel inferior a la Enciclopedia Álvarez de III Grado, pero el mismo dogmatismo de la joseantoniana "unidad de destino" e invocando una docencia de corte franquista: Don Paco, la burra s'ha mort/ i l'han colgà en un femer,/ i ha eixit una melonera/ amb quatre melons d'Alger.
Al no ser una síndria nada medró en los tercios de Carles I de València -I de Castilla, V de Alemania y nada de Portugal; aunque les duela era así: entonces España existía como Hispania- Gaspar Bono i Montsó, donde sólo llegó a sargento por saber mucho trivium y quadrivium; al afiliarse, el, a falta de canonización, proclamado beat sant por el pueblo, a los mínimos de sant Sebastià (Quart extramuros de Valencia), brilló por su valor, dotes de mando, sabiduría, caridad y curaciones milagrosas de aflicciones femeninas y medicina general: Tot malalt serà curat,/ si amb cor net acut al trono,/ i en tota necessitat/ vos prega, Gaspar de Bono.
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