El ministro del Interior asegura en Moscú que en España hay mafiosos rusos, pero no mafias

En España hay mafiosos rusos, pero no grupos criminales organizados y activos. Ésa es la opinión del ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, que ayer firmó en Moscú un protocolo de cooperación policial con Rusia que servirá de base para la lucha conjunta contra el crimen organizado, la corrupción, el terrorismo, el narcotráfico, el blanqueo de dinero y la inmigración ilegal. Mayor -que destacó que su visita marca el inicio de una nueva etapa de colaboración- tuvo mucho cuidado en resaltar que la presencia de mafiosos rusos, atraídos por el clima y la calidad de vida, es una mala noticia para España, por mucho que efectúen inversiones de notable importancia económica, sobre todo en el sector inmobiliario, a veces a través de testaferros. El problema, matizó, estriba en que con frecuencia el blanqueo de dinero de procedencia ilegal se efectúa en otros países, por lo que no hay base para abrir procedimientos judiciales. Por eso, afirmó, "es muy importante el intercambio de información, y el desarrollo de un espacio policial y judicial y no sólo en la Unión Europea".

Su homólogo ruso, Vladímir Rushailo, había destacado antes la propuesta de su ministerio, bien acogida por España, de crear un banco común de datos. Además, el protocolo suscrito ayer, que marca las directrices de actuación para este año y el próximo, permitirá el envío de funcionarios para colaborar de forma permanente y dinámica. Con todo, precisó Mayor, en los últimos años se ha reducido sustancialmente la actividad de mafiosos rusos en España, lo que no implica ("eso sería una grave irresponsabilidad") que el Gobierno no esté preocupado por la situación y no intente buscar soluciones. La cooperación con Rusia, añadió, forma parte de una política que incluye los recientes acuerdos con Italia y el Reino Unido.

En cuanto a las declaraciones del lehendakari, Juan José Ibarretxe, de que no tiene intención de disolver el Parlamento vasco, el ministro, que recientemente mostró su disponibilidad a ser su sucesor, señaló la opción que él considera más democrática: "Convocar elecciones para sustituir democráticamente al nacionalismo o para que el lehendakari obtenga más autoridad moral y política".