Pujol se declara pionero de la promoción comercial en Asia
La presencia comercial y empresarial en China y Asia es la asignatura pendiente de España, admitió hace 15 días en Shanghai el presidente del Gobierno central, José María Aznar. Pero no lo es para Cataluña, al menos, en opinión del presidente de la Generalitat. Ayer en Seúl, Jordi Pujol ya se encargó de recordar que uno de sus primeros viajes oficiales al extranjero fue precisamente a Japón, en 1985, con el objetivo de captar inversiones niponas para Cataluña. Pujol, por tanto, se erigió ayer en pionero de la promoción empresarial exterior de Cataluña en Asia y comentó en tono irónico que el propio Aznar, en su último viaje, tuvo que convocar una cumbre en Manila de los embajadores españoles para animarles a vender el nombre de España por el Extremo Oriente. "Nosotros somos unos adelantados", afirmó Jordi Pujol que, a pesar de sus comentarios, se felicitó por la iniciativa del presidente español.
Salir de casa
"Si nos quedáramos en casa nos ahogaríamos", dijo el dirigente nacionalista para ejemplificar la necesidad que tiene su Gobierno de dar a conocer el nombre de Cataluña por el mundo y, especialmente, de promocionar las empresas catalanas y captar inversiones, por muchas invectivas que le lancen desde la oposición socialista. "Para España, ahora toca Asia. Nosotros hace tiempo que estamos presentes aquí", añadió. Y recordó que su primer viaje a Japón fue duramente criticado por las autoridades políticas de entonces. "¿Qué va a hacer allí Pujol?, me decían. Ahora se han dado cuenta de que Asia interesa", apostilló.Para demostrar el grado de eficiencia de su Gobierno en materia de política comercial, el presidente informó de que el 43% de las exportaciones españolas a Corea del Sur corresponden a empresas catalanas y que el 40% de las importaciones tienen como destino final Cataluña. Además, este año Cataluña realizará un total de 17 misiones comerciales a Asia y el COPCA dispone de seis delegaciones en este continente.
En su primer día de visita oficial a Seúl, el presidente de la Generalitat se esforzó en agradar a las autoridades coreanas y conquistar a sus empresarios. Y lo tuvo fácil hablando de uno de sus temas preferidos y también de los coreanos: la compaginación entre progreso económico y la preservación de la identidad cultural y los valores tradicionales. Así lo hizo con el presidente de la República, Kim Dae-Jung, con quien se entrevistó durante media hora, y con Lim Chang-Yuel, gobernador de la provincia de Kyonggi, la más próspera económicamente de Corea del Sur. Chang-Yuel ofreció a Pujol un solemne y folclórico acto de bienvenida en un castillo declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco, situado en una colina de la ciudad de Suwon (30 kilómetros al sur de Seúl), en el que la Orquesta Real de instrumentos tradicionales interpretó Els Segadors.
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