Matilde Fernández recuerda a los aspirantes a dirigir el PSOE que el rival a batir es Aznar
Rodríguez Zapatero cree compatible renovar el partido y recuperar la figura de González
La candidata a la secretaría general del PSOE Matilde Fernández recordó ayer al resto de los aspirantes que el único adversario a batir es el presidente del Gobierno, José María Aznar, o su ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, quien "es capaz de quitarle derechos humanos a ciudadanos nómadas", en referencia al endurecimiento de la Ley de Extranjería. Las palabras de la ex ministra vienen a confirmar el empeño de los cuatro candidatos por protagonizar una campaña de guante blanco. También ayer, otro de los aspirantes, José Luis Rodríguez Zapatero, insistió en que los otros tres -Rosa Díez, Matilde Fernández y José Bono- son "compañeros y amigos" y que así quiere seguir considerándolos. "Haremos un buen servicio al PSOE y a la sociedad", añadió, "si somos capaces de defender con buen tono las diferentes alternativas".Y ayer, al menos, nadie se salió del guión. Si acaso Matilde Fernández al admitir en Sevilla que le costaría pactar con Bono en el supuesto de que se produzcan acuerdos tras el congreso, informa Carmen Morán. "Lo más difícil", dijo, "es acordar con quien ha formado parte del problema, con quien ha sido en los últimos seis u ocho años beligerante en contra de la integración. No sé si habrá hecho un análisis crítico hasta el punto de cambiar de postura".
El líder de Nueva Vía y también candidato, José Luis Rodríguez Zapatero, reiteró en Oviedo la voluntad de mantener su opción hasta el final y no llegar a acuerdos con otros aspirantes que supongan la retirada de su candidatura, informa Javier Cuartas. Retirarse, dijo, "supondría defraudar las expectativas" suscitadas. Aunque advirtió que no es persona "de convicciones fácilmente cambiables", sí admitió la posibilidad de acercarse a otras opciones políticas si así "se está más cerca de los ciudadanos". Rodríguez Zapatero apostó por un cambio real y tranquilo, por renovar el PSOE y recuperar al tiempo la figura de Felipe González.
En algo coincide con la postura de José Bono, presidente de Castilla-La Mancha y también aspirante a dirigir el PSOE. Bono, contrario a los pactos precongresuales, tampoco ve bien la segunda vuelta. El presidente regional insiste en que sólo podrá liderar el PSOE si obtiene un apoyo que le permita ejercer la autonomía y la autoridad necesarias.
Y Rosa Díez siguió abogando, ayer en Valencia, por un cambio en el modelo de partido. "El partido", dijo la eurodiputada, "ha ratificado las primarias como forma de elección de los candidatos, las listas abiertas y la duración de mandatos. Nuestro partido tiene que ser transparente y devolver a la sociedad una imagen real".
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