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Chirac asegura que Francia no busca una Europa de dos velocidades

No a la Europa de dos velocidades fue el mensaje del gaullista Jacques Chirac al presentar ayer en el Parlamento Europeo la agenda de la presidencia francesa para este semestre. El presidente de Francia quiso así tranquilizar a socios como España y Reino Unido, que no han ocultado cierta inquietud ante sus ambiciosas ideas sobre el futuro diseño de la Europa unida, esbozadas la semana pasada en el Parlamento alemán.Chirac prefirió poner los pies en el suelo y sintonizar con Lionel Jospin, su primer ministro socialista, en centrarse por ahora en la reforma institucional comunitaria, imprescindible, dijo, para hacer posible la ampliación de la Unión Europea (UE) de 15 a 28 países, y en sacar adelante asuntos como la Carta de Derechos Fundamentales, la agenda social europea, la identidad de seguridad y defensa o dotar de mayor autoridad al Euro 11 (a partir de enero, Euro 12, tras la incorporación de Grecia a la moneda única).

"El éxito de la reforma institucional condiciona todos los progresos ulteriores de la Unión. Sin el éxito de la Conferencia Intergubernamental (CIG), será inútil aspirar a las etapas siguientes", afirmó ante el pleno del Europarlamento en Estrasburgo.

Cooperación reforzada

Al referirse a la llamada cooperación reforzada, el mecanismo por el cual varios países podrían ir más lejos que otros en proyectos de integración, defendida especialmente por Francia y Alemania, Chirac estimó que no era momento para hablar ni de un núcleo de pioneros ni menos aún de un secretariado que pueda hacer sombra a la Comisión Europea, como esbozó la semana pasada en Berlín."La presidencia francesa está decidida a lograr progresos sobre el asunto de las cooperaciones reforzadas, que ha sido añadido a la agenda de la CIG en el Consejo Europeo de Feira. El objetivo no es crear divisiones entre los europeos, sino una mayor flexibilidad en el funcionamiento de la Unión", afirmó. En el turno de réplica fue más claro: "No se trata de establecer una Europa a dos velocidades, sino de dotarse de una fuerza impulsora para que los países que quieran puedan ir más rápido en el proceso de integración. Además, los otros también lo harán más tarde".

La CIG debe concluir, en teoría, el próximo diciembre en la cumbre con la que culminará el semestre francés. El actual Tratado de Amsterdam (mayo de 1999) será sustituido por el Tratado de Niza para dar respuesta a tres puntos imprescindibles para la futura ampliación: el número de miembros de la Comisión, el recorte a las posibilidades de veto y la revisión de los votos de cada país en el Consejo de Ministros para que prime más el peso demográfico. "Si no hallamos una solución, la UE corre peligro de parálisis", advirtió.

Chirac quiso ayer limar asperezas con la debilitada Comisión Europea que preside Romano Prodi, a quien expresó apoyo en varias ocasiones y afirmó que, en conjunto, el Ejecutivo comunitario ha hecho hasta ahora un buen trabajo. Veinticuatro horas antes, el presidente francés lanzó la misma señal en una conferencia de prensa en París con Prodi delante. Éste se había manifestado muy contrariado con la idea de Chirac de constituir una especie de secretariado entre los países que vayan más lejos en el proceso de integración. Ayer, Prodi dijo que sin la participación de todas las instituciones comunitarias, "no se podrá construir nada duradero".

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