La 'tractorada' por el Segura colapsa las carreteras de La Vega Baja

Las dos principales carreteras de acceso a las zonas turísticas del sur de Alicante sufrieron ayer fuertes retenciones de tráfico, con colas kilométricas en diversos momentos de la mañana, a consecuencia de la tractorada convocada por los agricultores de La Vega Baja para exigir soluciones a la contaminación del río Segura. En la protesta, secundada por los sindicatos agrarios Unió de Llauradors i Ramaders-COAG y Jóvenes Agricultores-ASAJA, participaron centenares de tractores y multitud de vehículos de todo tipo, que colapsaron la comarca el primer día de la operación salida de las vacaciones estivales, coincidiendo con la masiva afluencia de veraneantes a las urbanizaciones de Torrevieja,Orihuela, Guardamar del Segura o Pilar de la Horadada, además de Murcia."Si el río Segura muere, los agricultores también", era el lema de la protesta, repetido en los carteles que portaba la variopinta comitiva, que vestía petos amarillos y sombreros de paja. Tractores, alguna excavadora, furgonetas, camiones, coches, motos y bicicletas se unieron a la marcha durante su recorrido. La tractorada arrancó, cerca de la nueve de la mañana, desde Catral, desde donde se incorporó a la carretera CV-90, eje crucial entre Crevillente y Torrevieja que comunica con la autovía A-7.

Los manifestantes, bajo la estrecha vigilancia de numerosos efectivos de la Guardia Civil que circulaban intercalados entre los vehículos que participaban en la protesta, estaban autorizados a discurrir por un carril de la CV-90, pero pronto ocuparon los dos carrilles y colapsaron la carretera en ambas direcciones. Un helicóptero del Instituto Armado seguía a la caravana desde el aire, mientras los efectivos de tierra desviaban el tráfico.

A un lento ritmo de 15 kilómetros por hora, el convoy discurrió hasta la carretera que une la CV-90 a través del Campico de Guardamar con la Nacional 332 que une Alicante y Cartagena. Los tractores cortaron el tráfico en esa vía durante una hora, en ambas direcciones. Los automovilistas, irritados, quedaron entonces atrapados en caravanas que llegaron a medir más de 10 kilómetros.