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TOUR 2000 | TOUR 2000

Sin preámbulos y con tormenta

El libro de ruta del Tour 2000 se abre sin prólogo. Arranca directo, sin preámbulos artificiosos. Tan sólo con el paternal sermón de Jean-Marie Leblanc, con su "¡Sed buenos!" de ayer. La carrera ya no quiere empezar con reyes de un día, como Thierry Marie o Chris Boardman, los dos especialistas en prólogos de la última década. Gustó el debut de Lance Armstrong del año pasado, que empezó y terminó de amarillo, y todo se ha preparado para que se pueda repetir una etapa similar. Si no es con él, al menos con un protagonista. Nada de marionetas. El terreno se ha abonado a los grandes: Armstrong, Ullrich, Zülle, y también especialistas como Olano y Moreau. 16 kilómetros (en la anterior edición fueron sólo seis), todos llanos, entre el paraje artificial de Futuroscope. Una alfombra para que los ases desfilen desde el primer día.A partir de ahí, cada cual se adapta al entorno a su manera. Manolo Saiz, el director del ONCE, un hombre meticuloso y detallista, ha contratado un servicio meteorológico privado para saber cómo estará el cielo de Futuroscope desde el comienzo hasta el final de la primera etapa. Le han asegurado que a media tarde asomará una tormenta y ha dispuesto el orden de sus nueve corredores en consecuencia: primero saldrá la perla Gutiérrez (16.29) y Laurent Jalabert (17.09), y al final de la tarde, David Cañada (18.29) y Olano (19.09).

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Ullrich, que ha exhibido estos días su oculta delgadez entre una turba de compatriotas periodistas, tiene ansias de renovarse y su gente pregona las maravillas de su estado de forma. Para ayudarle en la catarsis, le han entregado una bicicleta nueva, una pinarello de dos millones de pesetas. La misma estrategia mediática ha tomado Armstrong, que puesto a comparar asegura que llega al Tour más a punto que el año pasado. Claro que el primer día hay más competencia que nunca. Y cada uno apuesta por el suyo. Juan Fernández, director del Festina, no duda de Chistophe Moreau. Quiere la etapa. También Zülle, aunque de él siempre se conoce la forma física que tiene pero no cómo están ordenados sus pensamientos.

Ninguna de estas cábalas van con Pantani. Él sabe que después del Giro se ha entrenado para volver a la primera línea y está encantado. "Me gusta mucho este Tour. Yo lo habría dibujado igual. Sólo habría suprimido la contrarreloj por equipos. Ésta es una carrera individual, y no se debería depender de un mal día de tus compañeros".

Al fin y al cabo Pantani, paradigma del escalador, ha aprendido poco a poco a desenvolverse sólo contra el reloj. Pero no los de su especie. Cabe pensar que los especialistas de la montaña perderán hoy de tres a cinco segundos por kilómetro, es decir, entre 45 segundos y un minuto y medio para empezar el Tour. Escartín cuenta con ello. Por detrás de él, salen Zülle y Armstrong.

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