"Fox fracasará si llama a tomar las calles de México"

La oposición fracasará si desconoce su eventual derrota y llama a tomar las calles de México, anticipa Francisco Labastida Ochoa, de 57 años, economista, candidato del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) en las elecciones presidenciales del domingo. Promete un México más justo y próspero, gobernado por un partido también renovado, lejos de los vicios acumulados durante sus 71 años de hegemonía. "La democratización del PRI y de México es irreversible", subraya en una entrevista con EL PAÍS. La democratización pretendida no es fácil, pues su partido acoge todavía a dirigentes de la vieja guardia, más interesados en conservar sus privilegios que en el bien común. "Los dinosaurios, por decirlo de esa manera, no están tan vivos. Las resistencias no tienen la proporción o la magnitud de hace 10 años". El candidato admite el decaimiento de millones de compatriotas, y una lacerante desigualdad social. Para revertir esa lacra, prestará una atención prioritaria al mercado interno y emulará las pautas seguidas por el crecimiento español. "Es un ejemplo a seguir".

"México ha perdido casi sus clases medias y hay que reconstruirlas", agrega quien fuera director general, gobernador, tres veces ministro y embajador en Portugal durante sus tres decenios de militancia priísta. "Nuestro país tiene las condiciones económicas para crecer que no había tenido en un cuarto de siglo". Casado con María Teresa Uriarte, cuyo padre era un navarro de Elizondo, tiene cuatro hijos de su primer matrimonio. Ganó las primarias del partido el pasado mes de noviembre, después de 65 años de dedazos, la antidemocrática práctica que consistió en la directa designación del sucesor por el presidente saliente.

Lasbastida Ochoa es un político reflexivo, disciplinado, predecible, acostumbrado a nadar en las aguas turbulentas del partido que fue régimen.

"Nuestras encuestas privadas nos dan una victoria por bastante mayor margen que el publicado". La mayoría de los sondeos difundidos anticipa un empate técnico con Vicente Fox, candidato del conservador Partido de Acción Nacional (PAN).

El candidato oficialista promete disminuir la inseguridad, la corrupción y la impunidad, acabar con el fuero de los funcionarios y profesionalizar la justicia con mayores recursos económicos, siguiendo el modelo español. Continuará con la expulsión de miembros de ETA, al igual que lo hizo cuando era ministro del Interior, cargo que abandonó en 1999 para presentar su candidatura.

Pregunta.Fox le ha recomendado ganar por más de 10 puntos para que su victoria sea creíble.

Repuesta.No es razonable en un país como en México, donde hay pluralidad política y leyes, y las leyes en México son muy claras, al igual que en muchas naciones: gana quien tiene más votos. Entonces, un llamado a decir que sólo se gana con 10 puntos de diferencia es un llamado a desconocer la ley. De hecho, esto fue lo que empezó a generar cierto ambiente de incertidumbre en el país.

P.Usted declaró que probablemente Fox cantará victoria y llamará a la gente a tomar las calles.

R.Creo que tiene esa propensión, inclusive salieron documentos en ese sentido, pero me parece que no va a arrastrar a una gran cantidad de mexicanos. Son sólo pequeños escenarios de problemas los que van a generar tensión. El pueblo mexicano es, fundamentalmente, un pueblo maduro o sensato. No va a tener éxito.

P.Pero el PRI está coaccionando al votante pobre y rural, según las muchas críticas escuchadas.

R.Hay una campaña bien orquestada de parte del PAN y del Partido de la Revolución Democrática, centro izquierda (PRD) para atraer simpatía y hacer publicidad sobre esta materia. Ahí están las instancias jurídicas para dirimir cualquier asunto que se considere que está rompiendo con las normas que establece la ley.

P.Hay denuncias con nombres y apellidos.

R.Prácticamente no se ha presentado ninguna queja ante el Instituto Federal Electoral (IFE) de violación de leyes, sino quejas ante los medios de comunicación para hacerse publicidad con ello.

P.¿Cómo piensa democratizar el partido con tantos dinosaurios dentro?

R.La inmensa mayoría de los miembros del partido estábamos demandando, con mayor o menor vigor, que el partido se democratizara, y eso ya pegó, ya arraigó, ya se quedó.

P.¿Está convencido de que no habrá resistencias?

R.Absolutamente convencido. Me tocó vivir el proceso para cambiar el partido. Eso fue en la 14ª Asamblea, en 1989, cuando Luis Donaldo Colosio (asesinado en 1994) era presidente del partido y traía el proyecto de modernización. No cuajó, no triunfó. El único Estado en donde se hizo la elección democrática fue en Sinaloa, donde yo era gobernador. Ahora se hizo en muchos Estados, en 11, sin resistencias. La democratización ya arraigó.

P.La vieja guardia se incorporó a su campaña para ayudarle en los momentos difíciles. Imagino que le pasarán factura.

R.Usted ya conoce el sistema. La posición del candidato es una, y la posición y la fuerza del presidente es otra. El que tiene el poder es el presidente, el presidente electo o el presidente en funciones. No he hecho ningún compromiso que no sea publicable, ningún compromiso sobre cosas que yo no aceptaría.