Las administraciones ponen en marcha el plan de transformación de la Mina con dos años de retraso
Las negociaciones para hacer realidad este órgano se han alargado durante dos años. La insistencia del consistorio adrianense al resto de administraciones para acelerar el proceso "ha rayado a veces en la desesperación y la depresión", confesó ayer Jesús María Canga durante la presentación oficial del consorcio de La Mina.La Generalitat de Cataluña, la Diputación de Barcelona y el Ayuntamiento de Sant Adrià integran actualmente este consorcio. Su función, según los estatutos de este órgano, es "dirigir, coordinar y ejecutar el Plan de Transformación del barrio de la Mina". El tiempo necesario para llevar a cabo el plan está calculado en 10 años, durante los cuales se requerirá una inversión de 12.000 millones de pesetas.
En esta década, la administración autonómica se ha comprometido a invertir en el proyecto 4.000 millones de pesetas. La Diputación aportará 2.000 millones, y el Ayuntamiento de Sant Adrià, 600. El resto habrá que ir a buscarlos a la Unión Europea y a otras administraciones.
En este sentido, Jesús María Canga reclamó ayer la implicación tanto del Gobierno como del Ayuntamiento de Barcelona en el consorcio de la Mina. Canga aseguró que Barcelona tiene una "deuda histórica con la Mina" y pidió que ésta se subsane con "una aportación económica necesaria".
Sant Adrià exige al Estado que se comprometa también con la Mina, puesto que uno de los aspectos esenciales del Plan de Transformación es la erradicación de la delincuencia organizada en el barrio, vinculada sobre todo con el negocio de la droga. El Gobierno detenta las competencias de Seguridad, de ahí la necesidad de su integración en el consorcio.
El plan de la Mina, como ya se acordó hace dos años, supondrá una importante reordenación urbanística del barrio. Se prevé mejorar las conexiones del mismo con Barcelona y el resto de Sant Adrià, para ayudar a terminar con su aislamiento físico, que contribuye a su evidente aislamiento social y estigmatización.
Disminuir la densidad del barrio es uno de los objetivos que persigue este plan. El problema es especialmente importante en la Mina Nueva, la zona del barrio conocida por los dos dos enormes bloques de pisos prefabricados. La construcción de unas 700 nuevas viviendas en la actual zona industrial del barrio tiene el objetivo de repartir mejor la población de la Mina Nueva.
El plan de la Mina también tiene una vertiente socioeconómica fundamental.
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