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Desalojados 200 vecinos de cinco bloques de viviendas por un incendio

Un virulento incendio obligó a desalojar a unos 200 vecinos de cinco bloques de viviendas de las calles de Narváez y del Duque de Sesto a mediodía de ayer. El fuego arrasó tres viviendas, dañó otras dos y calcinó el tejado de un inmueble. Los bomberos aseguran que el aviso del fuego les llegó tarde porque el incendio se inició en un piso que estaba vacío en esos momentos. Un bombero que trabajaba en las labores de extinción resultó herido leve porque se le cayó encima un falso techo.

El siniestro se inició, por causas aún desconocidas, en una de las tres viviendas de la sexta planta del inmueble de la calle de Narváez, 38. La casa estaba vacía en esos momentos. Los bomberos recibieron el primer aviso del fuego a las 11.45. "La primera autobomba que llegó apenas tardó seis minutos desde el aviso y, por la carga de fuego que ya había en el lugar, las llamas ya llevaban un buen rato ardiendo", explicó ayer el jefe de guardia de los bomberos del Ayuntamiento de Madrid.Los primeros equipos que acudieron al fuego se encontraron con que todo el piso de la sexta planta estaba ardiendo y las llamas ya afectaban a los dos pisos vecinos de la misma planta. Un bombero que trabajaba en la extinción resultó herido cuando se le cayó encima un falso techo de una habitación. Sus compañeros le rescataron y le bajaron hasta la calle, donde unos sanitarios del Samur le atendieron en primera instancia y luego le trasladaron a la clínica de la Concepción. Horas más tarde fue dado de alta y, ya por la tarde, se reintegró a su puesto de trabajo.

Fuego en la buhardilla

El fuego pasó de las viviendas de la sexta planta a las buhardillas y de ahí al tejado. Las llamas alcanzaron una altura de más de seis metros por encima del edificio. El fuego fue tan virulento que afectó a dos viviendas colindantes de la calle de Narváez, 36 y 40.

Ante la proximidad de las llamas, unos 200 vecinos de las calles del Duque de Sesto, 36, 38 y 40, y Narváez, 19, 21 y 23 abandonaron sus viviendas voluntariamente. Unos salieron por sus propios medios al percibir el intenso olor a quemado, mientras que algunas amas de casa evacuaron aún con el pijama puesto. Manuela Romeo, de 70 años, vecina del inmueble de la calle de Narváez, 23, no dudó en rescatar a su perro. "Anoche dije: 'hoy llevo a Lord' al veterinario para que le sacrifique', porque nos ha dado una noche... Si es que está lleno de quistes y tumores. Pero mira, hoy lo primero que he pensado cuando vi el fuego es en sacarle, me ha dado pena", explicó la mujer. Los bomberos extinguieron el fuego a las cuatro y cuarto de la tarde. El Ayuntamiento va a realojar a dos mujeres cuyas viviendas han quedado calcinadas.

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