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Las familias gitanas de Almoradí regresan a sus casas tras las detenciones

La mayoría de las familias gitanas del barrio marginal La Cruz de Galindo de Almoradí (Alicante), cuyas viviendas fueron asaltadas en la noche del pasado día 20 por centenares de manifestantes, regresaron ayer a sus casas tras pasar el fin de semana en el campo por temor a nuevas agresiones y una vez que la Guardia Civil ha practicado seis detenciones. El regreso, sin embargo, no ha sido completo. Dos familias han optado por dejar el pueblo definitivamente: las que residían en las dos casas quemadas. El ataque se produjo en represalia por la muerte a puñaladas del joven Miguel Ángel Martínez, a manos de un residente en el barrio, y en protesta por el narcotráfico en la zona.La tranquilidad reina en esta población de 14.000 habitantes, aunque la Guardía Civil mantiene el dispositivo de seguridad en previsión de nuevos incidentes en protesta por la detención de seis jóvenes como supuestos autores directos del ataque a las viviendas. Los arrestados, de edades compredidas entre los 18 y 22 años, declararon ayer ante la Guardia Civil y esta mañana lo harán ante el titular del juzgado número 4 de Orihuela. El magistrado ha socilitado que las declaraciones se realicen con la presencia del fiscal.

Los detenidos (cuatro vecinos de Almoradí, uno de Dolores y otro de Alicante) pertenecen al círculo íntimo de amigos de Miguel Ángel Martínez. La Guardia Civil no descarta nuevas detenciones por estos hechos. Una de las pruebas básicas con la que cuentan los agentes es un vídeo de los hechos grabado por un vecino, que está recibiendo amenazas de sus convecinos.

La primera familia que salió del pueblo fue la que residía en la casa del presunto homicida. El agresor fue detenido a las pocas horas del crimen y su familia huyó del barrio antes del ataque a las viviendas. En la segunda casa, contigua a la primera, residía la familia de Joaquín Moreno, a quienes los vecinos acusan de narcotráfico. Moreno y su esposa, Balbina Navarro, se entrevistaron en la mañana de ayer con el alcalde de Almoradí, Antonio Ángel Hurtado, del PP, y le expresaron su deseo de abandonar definitivamente el pueblo. Para ello, pusieron como condición que el Ayuntamiento les comprara la vivienda. "Nos vamos porque pegaron fuego a la casa con todos dentro", dijo Balbina. El matrimonio tiene 14 hijos.

El alcalde no ofreció una respuesta definitiva: "Se estudiará al mismo tiempo que el departamento de servicios sociales elabora un plan de ayudas al resto de familias cuyas viviendas también sufrieron daños [ocho casas más]", comentó Hurtado. El alcalde también se entrevistó con el presidente de la Federación de Asociaciones Gitanas de la Comunidad Valenciana, Agustín Giménez, quien expresó su satisfacción por las detenciones: "Ello demuestra que la Justicia cumple su deber", dijo. Los colectivos gitanos de Comunidad han tildado los hechos de racismo. En la tarde de ayer un centenar de personas, convocadas por la asociación gitana Alicante Kalí, se concentraron ante la Subdelegación del Gobierno de Alicante en protesta por el ataque, informa J.J. M. Galiana. Al acto se sumaron dirigentes de los partidos de izquierda y de los sindicatos.

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