El jefe de CiU en Llagostera se considera víctima de una "trampa"

El jefe de la oposición de CiU en Llagostera (Gironès), Josep Comas, aseguró ayer que las acusaciones de soborno que le profirieron un concejal y el alcalde de la población constituyen "una trampa premeditada" de los dos ediles del grupo de izquierdas que gobierna el municipio.Comas es investigado por el juzgado número 2 de Girona después de que Lluís Postigo, alcalde de Llagostera, y el edil Jordi Noguera, ambos miembros de Entesa per Llagostera, acudieran al fiscal para denunciar un presunto soborno. Ambos aportaron unas cintas en las que, presuntamente, se demuestra que el jefe de la oposición de CiU intentó sobornar a Noguera con dinero en efectivo y un sueldo mensual para que éste desequilibrara la balanza de las fuerzas municipales y apoyara una moción de censura contra el alcalde. El grupo de izquierdas consiguió un concejal de ventaja en las pasadas elecciones y acabó con un tradicional feudo de CiU.

Diez millones

Según la denuncia, presentada hace un mes, el edil de Llagostera recibió de CiU ofrecimientos monetarios, que llegaron a los 10 millones de pesetas, durante unas conversaciones que fueron grabadas mediante el uso de un teléfono móvil. Comas negó ayer que alguna de estas cintas pueda comprometerle y leyó una tajante nota de prensa en cuyo primer punto asevera: "Nunca ningún miembro ni militante de CiU, ni yo como portavoz de mi partido en Llagostera, hemos ofrecido dinero a ningún concejal del equipo de gobierno".

Tanto Comas como Josep Micaló, presidente de la Federación de Girona de Convergència, aclararon que el ex concejal de CiU Francesc Boadella, que según la denuncia fue quien propició los contactos, no milita en el partido y, por tanto, no podían responder de sus acciones.

CiU asegura que las conversaciones fueron propuestas por el edil del equipo de gobierno, y que los contactos se interrumpieron porque constataron que se trataba de una persona con "una personalidad inestable"