Hombres y mujeres desvelan sus frustraciones en 'Despejar la X'

Unos hombres en la intimidad populosa de unos aseos públicos, una mujeres que cuentan sus frustraciones en un patético curso de cocina y la extraña conversación de un hombre con bolso y una mujer sin un zapato confluyen en el montaje tragicómico Despejar la X, que esta noche se representa en el Teatro de las Aguas. El director, Eduardo Recabarren, recurre a textos propios y de Sanchís Sinisterra para resolver la incógnita de cómo se comunica la gente en la sociedad actual.El programa empieza con Water público, una historia "de hombres solos, que bailan nerviosos en unos aseos públicos, donde ninguno está a salvo de la mirada del otro", explica el director, que se vale de diálogos entrecortados para desvelar las interioridades de los personajes. Algo parecido ocurre en Lo bueno de las flores, la segunda parte del montaje, en la que un hombre y una mujer esperan en una fila (no se llega a saber de qué) y, por medio de equívocos, entablan una conversación incoherente, "se comunican sin comunicarse", según Recabarren.

Y el tramo final del programa, Feria de platos, lo protagonizan cinco mujeres de los años sesenta que, mientras aprenden cocina y buenas maneras, relatan sus penas y revelan que les gustaría ser Jackie Kennedy, sobre todo por calzarse un marido como J. F. K. "Es un desnudo poético de estas aspirantes a presidentas de tupperware, que confían en la democracia, pero sufren las contradicciones de la sociedad".