Tormenta de ideas

La semana política que ahora se inicia tiene en el Consejo de Gobierno extraordinario de este martes una de sus principales previsiones. La sesión tendrá carácter deliberante y servirá para fijar las líneas estratégicas, una especie de tormenta de ideas, que han de guiar la actuación del Ejecutivo de Manuel Chaves. Así, cada Consejería deberá definir sus prioridades legislativas que han de presentarse en el Parlamento andaluz al tiempo que delimitar sus proyectos políticos concretos.Un calendario de trabajo con el que romper la imagen de inactividad que pueda desprenderse de un Gobierno que aún sigue cerrando su propio organigrama y en el que se percibe la preocupación de sus miembros por las cuestiones internas que afectan a sus respectivas organizaciones políticas.

En el PSOE, por ejemplo, se afronta en esta semana el compromiso del resto de congresos provinciales que quedan por celebrarse de cara al federal del mes de julio en Madrid. Las estimaciones que maneja Chaves pasan por una representación andaluza cohesionada en una serie de mínimos y con una presencia de no oficialistas, de diversa consideración y pelaje, que no alcanzarían una participación muy significativa.

Mientras tanto, los andalucistas siguen cociéndose en el vaivén precongresual de octubre, con un secretario general, Antonio Ortega, que dice a los suyos, para tranquilizarles, que ya lo tiene todo bajo control. Unas cuentas que no son, en cambio, las mismas que tiene Pedro Pacheco, quien abiertamente considera que la corriente que auspicia con Mar Calderón tiene el 60% de apoyo, lo suficiente para desalojar a la actual dirección del PA.

También enfrascados en sumas y restas se encuentra Julio Ruiz, quien se presenta a su reelección como secretario general de Comisiones Obreras de Andalucía. El sexto congreso, que se inicia a partir del miércoles, deberá decir entre él y el sempiterno representante de los críticos, Antonio Rodrigo Torrijos. Habrá que ver aquí la poca o mucha fuerza que aún pueda tener el PCA para influir en el futuro de la organización, liderada hasta ahora por un Ruiz que hace ya algún tiempo que rompió su carné como militante comunista, sin que por ello se descarte su incorporación a otro partido.

Será, además, la semana en la que arrancan las asambleas de las cajas de ahorro andaluzas para adaptar sus estatutos a la nueva ley de Cajas. Aquí conviene apuntar la advertencia del portavoz, Rafael Camacho, quien habla de fracaso de los consejos de administración, antes que del Gobierno andaluz, si es que finalmente dicha adaptación no sale adelante. Suena a poner la venda antes que la herida, conocedor Camacho, sin duda, del esfuerzo que va a desarrollar el PP, y tal vez algunos presidentes de cajas, en las asambleas para que tal proceso se empantane al máximo. Para ello, contarán con la inestimable colaboración de Ausbanc, organización que poco menos que ha llamado a la insumisión de los impositores y que siempre está destinada a jugar un papel, ciertamente polémico, en este tipo de situaciones. Sólo basta tirar de hemeroteca para comprobar cómo aparece en otras ocasiones similares sucedidas con anterioridad.

Sin embargo, el bloqueo que podría producirse tampoco resultaría muy alentador para los propios presidentes de las cajas, de ahí que al final pueda que se muestren interesado en evitar que se origine un escenario que para nada beneficiaría a sus deseos de continuidad al frente de estas entidades, por lo que resulta clave el papel que han de jugar en el desenlace final de las mencionadas asambleas.

En medio de esta vorágine política hay que anotar el encuentro del consejero de Gobernación, Alfonso Perales, con el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín. A Perales sólo le queda verse con Teófila Martínez para completar el ciclo de entrevistas con los alcaldes de capitales andaluzas. La presidenta del PP andaluz fue la la primera autoridad municipal a la que le solicitó audiencia y la última, precisamente, en recibirle.