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El líder de la oposición serbia acusa a Milosevic de ordenar su asesinato

El dirigente del Movimiento Serbio de Renovación (SPO), Vuk Draskovic, en la oposición, acusó ayer al presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, de ser el autor intelectual del atentado cometido en la noche del jueves. Unos desconocidos dispararon un arma automática contra el interior de la vivienda de Draskovic en Budva (Montenegro), donde se encontraba solo. Dos de las balas le hirieron levemente; una le atravesó una oreja y la otra le rozó la frente. Dos personas han sido detenidas por la policía.

Para la temperamental esposa de Draskovic, la montenegrina Danica, no existen dudas de quienes se esconden detrás de este atentado contra su marido: "Slobodan Milosevic y Mira Markovic [esposa del presidente]. "¿Qué otros iban a ser?" La variopinta oposición serbia y los políticos montenegrinos comparten esta opinión. Las interpretaciones recorren todo el espectro, desde las más personales, que apuntan al entorno de Draskovic, hasta las que ven detrás del atentado una estrategia política para imponer en la díscola república yugoslava de Montenegro la legislación antiterrorista que el régimen pretende introducir en Serbia.Draskovic está convencido de que el propio Milosevic se encuentra detrás de los disparos que marraron por poco su objetivo. "Estoy seguro de que ellos lo hicieron y es también seguro que, si alguien quería liquidarme, el Gobierno de Serbia debía de tener la información de antemano". El líder populista cree que los atentados continuarán: "Está claro que me van a atacar de nuevo. Es probable que ellos ataquen también a otro montón de gente en Serbia; ése es su estilo de gobernar".

El SPO es el partido más fuerte dentro de la oposición serbia y cuenta con 45 de los 250 escaños del Parlamento. Sus diputados han dejado de asistir a los plenos en protesta por la negativa del partido de Milosevic y sus aliados ultranacionalistas de aceptar un debate sobre el atentado de 1999 contra Draskovic.

En aquella ocasión, un misterioso camión cargado de arena embistió a dos coches de la comitiva de Draskovic. En el choque perecieron tres de sus guardaespaldas y su cuñado, el único hermano varón de Danica. Draskovic salió ileso. Del chófer del camión nunca más se supo.

Draskovic es nacionalista, serbio, populista, liberal y monárquico. La lista de adjetivos para definir a este líder de la oposición resulta casi inagotable. Difícil tarea la de encasillar a este político peculiar, veleidoso, carismático y capaz de toda clase de bandazos y traiciones. La más sonada ocurrió en 1997 cuando abandonó a sus compañeros de la coalición Zajedno (Unidos) y se alió con Milosevic para desbancar a Zoran Djindjic de la alcaldía de Belgrado. El premio fue un cargo en el Gobierno serbio, del que fue destituido por criticar la política de Milosevic durante la crisis de Kosovo.

Todo esto no parece importarle a sus seguidores del Movimiento de Renovación Serbio. Se tratan de las siglas con mayor fuerza entre los grupos y grupúsculos que componen la sopa de letras en que el régimen ha dejado reducida a la oposición serbia.

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Hombre de la Generación del 68, Draskovic participó en la rebelión de los estudiantes contra el régimen de Tito desde la ultraizquierda. Sepasó después a las filas del régimen, al que sirvió como funcionario en el aparato sindical, tras un periodo como corresponsal en África de la agencia yugoslava de prensa Tanjug. Sus detractores le acusan de carecer de un programa que no sea el de conquistar el poder a cualquier precio y bajo cualquier etiqueta ideológica.

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