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LA CRISIS DEL PAÍS VASCO

Aznar sondeará el jueves al 'lehendakari' sobre su disposición a liderar el cambio del PNV

Luis R. Aizpeolea

El presidente del Gobierno, José María Aznar, sondeará al lehendakari, Juan José Ibarretxe, sobre su voluntad de liderar el cambio del PNV de Lizarra al Estatuto. El ministro portavoz, Pío Cabanillas, expresó ayer la "esperanza" del Ejecutivo en la reunión que ambos mantendrán el próximo jueves, en La Moncloa, pero no ocultó también cierto "escepticismo" sobre la postura final del PNV. Aznar escuchará a Ibarretxe y orillará el perfil más duro de su discurso, como la reclamación de elecciones anticipadas en Euskadi o de la renuncia de la actual dirección del PNV.

Pese a su escepticismo sobre la capacidad de Juan José Ibarretxe para liderar el cambio que le reclamó tanto a él como a la dirección del PNV en su polémica intervención de la pasada semana en La Moncloa, José María Aznar tratará de conocer el próximo jueves de primera mano hasta dónde está dispuesto a llegar el lehendakari en el recorrido de su formación desde el soberanismo postulado por el Pacto de Lizarra hasta el Estatuto de Guernica.Además, Aznar sabe que los socialistas han apostado por dar un margen de confianza a Ibarretxe y que son receptivos a las numerosas voces del PNV que indican que el presidente vasco protagonizará el mencionado cambio.

En este sentido, Aznar abre también un margen de "esperanza" para conocer hasta dónde llega la voluntad de Ibarretxe y, con esta pretensión, encargó ayer a su ministro portavoz, Pío Cabanillas, que evitara las declaraciones conflictivas para no enturbiar el ambiente previo a su encuentro de la próxima semana.

"El problema de fondo"

Pero también hay en La Moncloa amplias dosis de escepticismo. En primera instancia, se teme que Ibarretxe "no aborde el problema de fondo" y "se pierda en cuestiones instrumentales".

El Ejecutivo cree que la salida de la crisis política en Euskadi pasa por que el PNV se alinee con claridad con todos los partidos que condenan la violencia y defienden el Estatuto como punto de encuentro de los vascos y abandone postulados, como el de Lizarra, que "dividen a la sociedad vasca entre nacionalistas y no nacionalistas" y "dan oxígeno a ETA".

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A La Moncloa le preocupa que Ibarretxe, el PNV e incluso el PSOE "se distraigan con asuntos instrumentales, como la creación de un foro de partidos", en vez de abordar "el problema de fondo". "La crisis política vasca no se resuelve con cuestiones de procedimiento, sino abordando el problema de fondo", alega.

El Gobierno considera que debatir ahora sobre un foro de partidos es "un futurible" cuando "la realidad es que ETA sigue matando". Aznar defenderá, por tanto, ante Ibarretxe que todo el esfuerzo de los dos Ejecutivos y de las formaciones democráticas debe centrarse en combatir a ETA y en "quitarle el oxígeno político que le dan Herri Batasuna y el Pacto de Lizarra".

Aznar graduará su estrategia en función de lo que le transmita Ibarretxe. Si el lehendakari le ofrece garantías de cambio, revisará su estrategia de petición anticipada de elecciones, que, por otra parte, ya ha suavizado en las últimas semanas aunque la sigue creyendo totalmente legítima tras el fracaso de la estrategia de Lizarra. Pero podría orillarla en aras de la distensión según la actitud que adopte el lehendakari.

La Moncloa cree que el PNV será un partido clave en la normalización de Euskadi en función de su capacidad de cambio. Si mantiene los postulados de Lizarra, el PP vasco seguirá apostando por prescindir de él y La Moncloa se limitará a mantener las estrictas relaciones institucionales.

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