El policía local de La Vall d'Uixó dice que la bala que mató a un compañero en un tiroteo no salió de su arma

El policía local de La Vall d'Uixó que ayer acudió a declarar como imputado en el caso del atraco a la Caja Rural de la localidad, tras el que falleció uno de sus compañeros, manifestó ayer su consideración de que la bala que alcanzó la cabeza de Manuel Ferrandis, de 52 años, y que le provocó la muerte no salió de su arma reglamentaria. Así lo declaró el fiscal de la causa, Gerardo Gayete, después de las más de dos horas de declaración del imputado ante el juez. Tranquilo y conocedor de los hechos, el policía local, que responde a las iniciales J.A.G.S., no mostró dudas acerca de cómo se desarrolló la acción policial, tal como dijo el fiscal, tras el aviso del banco de la entrada de un atracador. "Él cree que no ha sido y sabe cómo ocurrieron las cosas", mantuvo Gayete.El caso es que un informe de toxicología que forma parte de la autopsia que se le practicó al agente fallecido señala que la distancia a la que se encontraba el arma de la que salió la bala que mató al policía era mayor que la distancia a la que se encontraba el atracador. Según el fiscal, de este informe y de lo investigado se desprende que "la causa de la muerte del policía no fue un disparo del atracador" puesto que, por la trayectoria y el orificio que causó la bala en el cráneo del agente, la pistola y su portador estaban situados en un punto cercano al policía local que después falleció. Sin embargo, el acusador público no quiso afirmar si el individuo que entró a robar en el banco portaba únicamente un arma.

Gerardo Gayete destacó la importancia de la reconstrucción de los hechos para la clarificación de los hechos, aunque también resaltó el resto de pesquisas desarrolladas por la Guardia Civil. En cualquier caso, apuntó a una decisión de la titular del Juzgado número 1 de Nules el hecho de que haya sido llamado a declarar este policía y ningún otro más, por el momento, puesto que no era el único que iba armado. El juzgado está a la espera del informe de balística. El agente imputado, que quedó en libertad, se vio arropado por una docena de compañeros, que, uniformados, sólo abandonaron el juzgado cuando el agente acabó de declarar.