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Resistentes en Bassella

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha enviado el último requerimiento a las cuatro familias que aún permanecen en Bassella (Alt Urgell), localidad afectada por el pantano de Rialb, para que abandonen sus casas de inmediato. La entidad hidrográfica les advierte que el plazo vence la próxima semana, que no habrá nuevas prórrogas y que la subida del nivel del agua supone un peligro.Las máquinas de la CHE ya han demolido todas las viviendas de Castellnou de Bassella, que quedaron vacías el pasado mes de abril. Las próximas casas que se demolerán serán las de Bassella.

La CHE considera que ya ha sido suficientemente comprensiva con quienes reclamaron una prórroga. Cuatro familias han decidido apurar su estancia hasta el final, desafiando los riesgos de una crecida repentina del pantano. El alcalde de Bassella, Ramon Angrill, del PP, opina que sólo habrá problemas con una familia: los inquilinos de Can Peret, que se niegan a irse y han colgado una pancarta en la fachada contra la actuación del propietario. Alegan que les ha engañado porque ha seguido cobrándoles el alquiler después de haber sido expropiado e indemnizado. "No queremos dinero, pero no estamos de acuerdo con el comportamiento del propietario y de la Administración, que han actuado sin tenernos en cuenta para nada", afirmó ayer Olivier V. S. La confederación sostiene que la casa "está ilegalmente ocupada".

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