El fiscal pide 18 meses de cárcel para el policía que dejó ciego a un menor de un tiro
El fiscal pidió ayer un año y seis meses de cárcel para un policía que en mayo de 1999, estando en prácticas, disparó contra un joven, al que dejó ciego, cuando éste se disponía a salir del vehículo que había sustraído antes junto a otros dos amigos, tras una persecución que concluyó en Valdemingómez. El fiscal pidió asimismo que el agente indemnice con 50 millones de pesetas al menor y que si éste resulta insolvente, pague tal cantidad el Estado en concepto de responsable civil subsidiario.El juicio contra el agente O.G. se celebró ayer en la Audiencia de Madrid. Si el fiscal solicita una indemnización de 50 millones de pesetas, la acusación particular reclama que sean 400 millones, ya que entiende que el menor necesitará ayuda de por vida, pues está ciego. La defensa, por su parte, solicita la absolución del acusado y que se declare la responsabilidad civil subsidiaria del Estado para el pago de la indemnización.
Durante la vista, informa Efe, el acusado aseguró que el día de los hechos se dirigió junto a un compañero a la carretera de Valencia después de recibir el aviso de otra patrulla que había interceptado un vehículo en el que viajaban tres jóvenes que al parecer habían robado en un bar del distrito de Vallecas.
Coche robado
Tras comprobar que los supuestos ladrones se desviaban por una carretera de acceso al vertedero de Valdemingómez, el procesado y su compañero comenzaron a perseguirles hasta que el vehículo de los tres jóvenes se paró. Según relató el procesado, uno de los jóvenes salió corriendo y fue perseguido por el otro agente, mientras que él, al observar a otros dos jóvenes agachados en el vehículo, cogió una escopeta del coche patrulla y les dijo que levantaran las manos. "No sé si escucharon lo que les dije", comentó el acusado, quien relató que instantes después montó el arma y "salió el disparo" cuando una puerta del vehículo se abrió. "Supongo que el disparo salió porque apreté el gatillo, me asusté, yo no disparé conscientemente, me sorprendió la apertura de la puerta", aseveró el acusado, quien subrayó que creía que el arma estaba descargada e insistió en que cogió la escopeta para intimidar a los jóvenes.
La víctima, J. F., admitió que había robado el vehículo junto a dos amigos para dar una vuelta con él y explicó que decidieron parar el coche porque tenían miedo, ya que estaban siendo perseguidos por un coche patrulla de la policía.
Tras detener el vehículo, según explicó J. F., su conductor salió huyendo y cuando él se disponía a hacer lo mismo recibió un disparo en la cara y escuchó a un agente decirles que no se movieran. Otro de los jóvenes afirmó que el coche que habían cogido en el Puente de Vallecas ya había sido robado anteriormente pues se encontraba abierto.
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