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Un certamen sin condiciones

A los organizadores del Festival Internacional de Benicàssim (FIB) les hubiera gustado contar con la presencia de Radiohead, Pulp, Tricky y Smashing Pumpkins en el cartel de su sexta edición, que se celebrará del 4 al 6 de agosto. Lo intentaron, pero no pudo ser. Los dos primeros, por ejemplo, han retrasado la publicación de sus nuevos trabajos discográficos y no desean ofrecer demasiados conciertos durante este verano. Tampoco el popular músico norteamericano Beck subirá este año al escenario del festival castellonense. A última hora, y con su contrato ya firmado, prefirió apuntarse al asturiano Dr. Music a cambio de unos 50 millones de pesetas, casi el triple de lo que le ofrecía el FIB."Creo que no ha sido muy ético ni por parte de Beck, un artista que presume de alternativo y de ir contra la industria, ni por la de los responsables del Dr. Music. Nosotros no estamos dispuestos a entrar en esta guerra de precios porque no beneficia a nadie. Cada vez hay más festivales, más competencia, pero la realidad es que en España no hay público para tanto festival", afirma el director del FIB, Miguel Morán. Para intentar superar la difícil barrera de los 25.000 asistentes del pasado año, en esta edición cuentan con Oasis, Primal Scream y Richard Ashcroft (vocalista de los desaparecidos The Verve) como principales platos fuertes de un menú compuesto por casi un centenar de grupos y disc jockeys. "Ningún año habíamos contado con un cabeza de cartel tan importante como Oasis, el mejor grupo de pop de los noventa. No obstante, aunque este tipo de grupos nos gustan y son los que tienen más tirón comercial, lo que a nosotros realmente nos interesa es poder ofrecer un cartel coherente con la línea del festival", afirma Morán.

En este sentido, el FIB no ha variado ni un ápice sus planteamientos iniciales : llegar al máximo de gente con un cartel musical elaborado según "nuestros propios gustos y sin ningún tipo de concesiones", señala Morán. Para poder llevar a cabo un proyecto de semejante envergadura, sus organizadores manejan un presupuesto de más de 450 millones de pesetas. "Hacer las cosas bien tiene un precio muy alto. De todos modos, damos mucho más de lo que económicamente nos reporta", asegura. Sólo un 35% de este dinero se destina a pagar el caché de los artistas. El resto se invierte en la producción e infraestructura del evento. Lo que todavía no han conseguido es que las instituciones públicas colaboradoras asuman sus obligaciones en los plazos acordados y se impliquen a fondo en un festival que cada año reporta cuantiosos beneficios a la localidad castellonense.

"A nivel de infraestructura, el festival podía haber crecido más rápidamente de lo que lo ha hecho, pero los políticos lo han impedido. En estos seis años, las relaciones con los organismos públicos han mejorado, aunque siguen siendo difíciles porque, de vez en cuando, no cumplen los pactos, te engañan... Para ellos, la solución consiste en cambiar las fechas del festival. Nosotros, en cambio, pensamos que Benicàssim debe crecer al mismo ritmo que el FIB porque, actualmente, no es capaz de cubrir la demanda de hoteles, cámpings... que origina el festival", añade. Por otra parte, la escasez de ayudas oficiales ha puesto en peligro el interesante programa de actividades extramusicales (cursos de verano, montajes de danza y teatro, concurso de graffiti o el festival internacional de cortometrajes) que, en esta edición, se desarrollará entre los días 1 y 7 de agosto. "No es lógico mantener un proyecto para el que no contamos con casi ningún apoyo y que todos los años nos provoca pérdidas", dice Miguel Morán.

La cuenta atrás ha comenzado. Días de nervios y prisas. The High Llamas han cancelado su actuación, pero la contratación de Mojave 3 parece prácticamente cerrada. "Aún hay tres bandas por confirmar, aunque a estas alturas todos los grupos importantes tienen cerrado su calendario de conciertos de verano. La tensión durante estos últimos días es enorme y, encima, aún nos hemos metido en más líos con estas fiestas". Morán se refiere a los conciertos de presentación del FIB que han organizado en las principales ciudades del país. El pasado viernes le tocó su turno a Valencia con las actuaciones de Los Planetas, Dominique A y Polar en el Roxy Club. Lo dicho: la cuenta atrás ha comenzado.

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