La policía atribuye los atentados de los GRAPO a su 'comando' itinerante

La policía cree que un comando itinerante del GRAPO, el único operativo de la banda e integrado por tres o cuatro personas, es el autor de la colocación de artefactos en la última semana en sedes de empresas de trabajo temporal o de juzgados de Valencia, Barcelona, Miranda de Ebro (Burgos) y Madrid. Fuentes policiales indicaron que los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre cuentan en la actualidad con una escasa infraestructura y con un solo comando operativo, liderado por uno de los históricos de la banda, Fernando Silva Sande, e integrado por "gente nueva" reclutada de ambientes marginales y del movimiento okupa.

La reaparición de este comando itinerante se debe, según las mismas fuentes, a la necesidad de la dirección de "justificarse" ante el colectivo de presos de la organización -entre 70 y 80- y ante su escasa base social de apoyo, representada por la Asociación de Familiares y Amigos de Presos Políticos. Aunque los GRAPO tienen capacidad para matar, como demostraron el pasado 8 de mayo en el asalto a un furgón blindado de Prosegur en Vigo, en el que murieron dos vigilantes de seguridad, los investigadores creen que ése no es el objetivo de sus últimas acciones. Los GRAPO, apuntaron las fuentes, quieren mostrar ahora que "todavía tienen fuerza" para de esta forma "forzar" una negociación con el Gobierno, que no sería posible si en sus acciones se producen víctimas mortales. Además, según las fuentes policiales consultadas, la dirección de esta banda de ideología marxista-leninista es consciente del "efecto que están produciendo en la sociedad los asesinatos de ETA".

Las características de los artefactos explosivos utilizados en sus últimas acciones -de fabricación casera y rudimentaria- revelan que los GRAPO no cuentan con una tecnología importante ni con especialistas en esta materia, a excepción de Silva Sande, que participaría directamente en las acciones.

Este grupo terrorista ha recurrido en los últimos años a los asaltos a furgones y a los atracos a bancos para financiarse y las armas que utiliza son robadas. La mayor parte del dinero obtenido a Francia al líder de la banda Manuel Pérez Martínez, el camarada Arenas, mientras que el comando "se queda con lo mínimo". Los integrantes de este comando se mueven por España con documentación falsa y en diversos pisos repartidos por varias provincias. Las fuentes recordaron que los GRAPO "no han desaparecido nunca", aunque en su trayectoria delictiva, que comenzó en 1975 con el primer atentado, ha habido algunos periodos de inactividad debido a los golpes policiales que ha recibido la banda, el más importante de ellos en enero de 1985.

En la actualidad han quedado reducidos a un pequeño y único comando, dirigido por unos cuantos "veteranos" de más de 50 años e integrado por personas reclutadas en ambientes marginales. Los miembros de esta banda armada vinculada al PCE-R (Partido Comunista de España-Reconstituido) son personas "muy disciplinadas", a las que se les ha "lavado el cerebro" para concienciarles de la ideología que defiende, adoptan grandes medidas de seguridad y "obedecen siempre cualquier orden de sus superiores".