Delegación cohesionada
E
l secretario general de los socialistas andaluces, Manuel Chaves, está más cerca de alcanzar su objetivo: lograr que la delegación andaluza que asista al próximo congreso federal del PSOE vaya cohesionada en torno a unos planteamientos mínimos sobre el modelo de partido y el discurso político a establecer en la tan trascendente cita del mes de julio.
Tras las asambleas locales, para este fin de semana próximo está previsto que se celebren los primeros congresos provinciales, como son los de Córdoba y Huelva. Los resultados de dichas asambleas previas dan a entender que, al final, no tienen por qué producirse sorpresas de última hora. Al mismo tiempo, Chaves parece haber logrado su principal objetivo, como es que en el debate abierto no se hayan producido pronunciamientos a favor o en contra de algunos de los que, más o menos abiertamente, pugnan por la secretaría general.
Sólo ha habido una excepción destacada que, sin duda, no habrá pasado inadvertida para Chaves, como es la actitud de Rafael Román, presidente de la Diputación de Cádiz, quien se dedicó a pasear por su provincia a Rosa Díez, asistiendo a sus encuentros con militantes, expresándole un apoyo que, hasta el momento, tiene incierto resultado. Queda ahora por ver cuál será la respuesta del presidente andaluz ante tal desmarque de sus instrucciones precisas para que el PSOE andaluz se mantuviera, por ahora, en una estricta neutralidad.
Desmarque de Pacheco
Pero para desmarque, el de Pedro Pacheco, quien, en el pleno del Parlamento andaluz previsto para esta semana, protagonizará un acto más de rebeldía con respecto a la dirección del que sigue siendo su partido. Romperá la disciplina de voto, según él mismo ha anunciado, y se opondrá a la propuesta que planteará el Gobierno de coalición para la elección del director de la RTVA. Se desconoce si este nuevo desafío va a quedarse ahí, en otro desmarque más de Pacheco, o si le va a suponer una medida de castigo por parte de su organización. Por falta de ganas, desde luego, no va a ser.
Mientras tanto, el alcalde jerezano trabaja para hacer cada día más fuerte su movimiento alternativo. Para el sábado se contempla la convergencia de dos sectores críticos, el de Carmona, liderado por Mar Calderón, y el llamado de abril, que encabeza al alcalde de Villamartín, José Antonio González.
Sin embargo, este paso quedará incompleto si no cuenta con la incorporación de la corriente nucleada en torno a Julián Álvarez, alcalde de Écija, posibilidad ésta que parece difícil de conseguir si se tiene en cuenta que Álvarez ha advertido de que no quiere saber nada de sectores tutelados por un Pacheco al que culpa, junto con Antonio Ortega y Alejandro Rojas-Marcos, de ser responsables de la situación que vive el partido.
Una tripleta a la que habrá de añadirse el nombre de Antonio Moreno, alcalde de San Fernando, y que algo habrá tenido que ver en todo lo ocurrido en una formación política que él mismo ha llegado a presidir. No obstante, Moreno aparece ahora en la acera contraria y con Álvarez, y además lo hace enarbolando, como el primero, la bandera de la renovación.
Frente a estas evoluciones de los críticos se sitúa la cúpula de la organización del PA, que trabaja sigilosamente con el BOJA en la mano y llevando a cabo nombramientos que tienen más que ver con la celebración del congreso que con sus capacidades y trayectorias políticas.
Con tanto ruido, queda en un segundo plano el primer aniversario de las elecciones municipales, que llegaron a cambiar sustancialmente el mapa político andaluz. Volaron cuatro gaviotas, según terminología socialista, para dar cuenta de unos pactos de gobierno que desalojaron a otros tantos alcaldes populares. Unos acuerdos que hasta ahora no se han resentido de forma especial. Otra cosa es que, a estas alturas de legislatura, tengan que presentar logros concretos de sus respectivos mandatos.
Por medio, quedan las continuas fugas que se producen en el Grupo Independiente Liberal (GIL) y la certeza de que los ayuntamientos se van a convertir en uno de los principales elementos del debate político en Andalucía.
ANTONIO YÉLAMO
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