ENTREVISTA A KOSME DE BARAÑANO Director de IVAM: "la fachada del IVAM es recta y serena, como mi línea de trabajo"
Kosme de Barañano Letamendia (Bilbao, 1952), el recientemente nombrado director del IVAM, anuncia su pretensión de hacer menos exposiciones y profundizar más en los "grandes nombres" en la nueva etapa que inicia el museo tras el mandato de casi cinco años de Juan Manuel Bonet. Catedrático de Historia del Arte en la Universidad del País Vasco, asesor del Guggenheim, ex subdirector del Museo Nacional Reina Sofía en la etapa de Tomás Llorens, y especialista en Picasso, Chillida y Giacometti, De Barañano rechaza que se le tilde de academicista si con ello se pretende descalificar su visión crítica de muchos artistas encumbrados en la actualidad. Con la programación ya cerrada hasta el 2002, el nuevo director necesita tiempo para mostrar su "sentido del museo".Pregunta. ¿Cuáles serán sus líneas de actuación?
Respuesta. El IVAM es uno de los mejores museos de España. Quiero crear una programación de gran calidad, de menos exposiciones de gabinete, como las relacionadas con con el diseño gráfico, y más exposiciones intensas, en profundidad, de los grandes nombres.
P. Una línea de trabajo del IVAM ha sido el diseño gráfico, ¿supone esto un cambio de orientación?
P. No quiere decir que se abandone. Sólo es cambiar el énfasis en la cantidad. Por otra parte, intentar que esas exposiciones de gran calidad que se puedan traer estén presentadas al máximo de su potencialidad, cosas que el gran público igual no se da cuenta, pero que sí se notan a nivel de sensibilidad, me refiero a los aspectos de luz, de presentación, de ordenación del espacio, me gusta hacerlas perfectas.
P. ¿Qué papel debe jugar el IVAM frente a museos como el Reina Sofía o el Guggenheim?
R. Por una parte está el Reina Sofía, que es el gran museo nacional y es Madrid, y no vamos a luchar contra la geografía. Y por otra está el Guggenheim, con una gran capacidad mediática a través del magnetismo de la arquitectura y de un socio americano, con el que tampoco vamos a competir. El espacio que quiero encontrar es el espacio europeo. Valencia es una ciudad de alrededor de un millón de habitantes, con un renta per cápita importante. Estamos en una caso parecido a lo que pueda significar Düsseldorf, Frankfurt, Zúrich, Estocolmo... Mi idea es estar ahí, en ese circuito de exposiciones, de calidad, de referencia metropolitana. Que Valencia presente el panorama más ambicioso y que la ciudad sea magnética. Que sea un punto de referencia en Europa y también en la cuenca mediterránea. Podemos competir con los museos de Niza, de Alejandría o con Florencia. Por ahí van mis tiros. Creo que no lo tengo difícil y en tanto en cuanto lo consiga, significa la consolidación del IVAM.
P. ¿Será director y gerente artístico?
R. Soy las dos cosas. He gestionado siempre mis propias exposiciones. No he escrito jamás de nada que no me interesa. Desde luego no se trabaja sólo, pero conozco a la gente que trabaja y piensa como yo.
P. ¿Realizará cambios en el equipo del museo?
R. Los cambios necesarios por la marcha de las personas que se vayan con Juan Manuel. Sí pienso hacer cambios en la apertura del museo, desde un punto de vista de comunicación ciudadana, con más participación de la Asociación de Amigos del IVAM, que esté íntimamente unida al museo y colabore más.
P. ¿Cree que el IVAM debe colaborar con el Consorci de Museus? ¿Cuál es su relación con la directora general de Promoción Cultural, Consuelo Ciscar?.
R. El IVAM tiene un espacio propio, y el Consorcio uno diferente. Creo que no hay ninguna pega. Todo ese tipo de arte joven y de nuevas vanguardias que está desarrollando el Consorcio está muy bien. Tengo una relación con Consuelo Ciscar excelente.
P. Su nombre no figuraba en el manifiesto firmado por artistas y especialistas en defensa de la autonomía del museo a propósito de la colacación de la escultura de Sanleón en la explanada del museo. ¿No interpretó los hechos de esa manera?
R. No me voy a manifestar en ninguna historia del pasado. He venido a trabajar para el futuro y soy una persona que cree en el diálogo. Las situaciones hay que mejorarlas con el diálogo y no dejar que la marea te lleve.
R. ¿Se puede disociar el arte y la política?
P. Todo es político en la vida. El museo tiene que tener una gestión independiente, unos criterios histórico-artísticos, pero el museo, como entidad, es un entidad política, una institución pública que la pagan los impuestos de los ciudadanos. Separar lo político de lo técnico-artístico es una falacia. Yo he sido elegido a través de mi curriculum y no porque pertenezca al PP, porque no pertenezco.
P. ¿Qué piensa de la proliferación de museos en España en los últimos años ?
R. Es un cosa en principio positiva, como que el Consorci desarrolle una actividad inmensa. Todo es positivo porque significa que la cultura no está restringida a las academias, a la universidad, sino que hay una mayor difusión de ella, y por parte del ciudadano, un mayor interés. La cultura nos ayuda a ser mejores y a vivir mejor. Luego está el que estés más de acuerdo con unos criterios artísticos y gerenciales. Hay que pensar también que el arte del siglo XX es ajeno a la tradición educativa española, porque hemos tenido un paréntesis de 40 años, donde no había museos en España de arte contemporáneo. El IVAM es un museo que en Zúrich o Basilea que existe 50 años antes.
P. ¿Considera que se está perdiendo el sentido del arte en beneficio del espectáculo?
R. Es un problema de análisis estético, qué entendemos por lo que es alta cultura y subcultura. Las manifestaciones de arte efímero, de escenografías, de instalaciones, tampoco son un boom de nuestra época. Ha existido en el Renacimiento y en el Barroco, de lo que ya no queda nada. Lo que se está perdiendo es la capacidad de hacer juicios de valor argumentados, incluso en las exposiciones. En España se hacen muchísimas exposiciones, como quien lava la ropa. Pero hacer una exposición y hacer un gasto tiene que tener una razón y un sentido de por qué se hace.
P. Considera un reto la ampliación del museo
R. Dos proyectos. Uno que espero se termine en diciembre y que se amplía en 1.000 metros y después hay que cerrar la manzana, pero no tengo miedo a este tipo de cosas, en el Reina Sofía de dos años que estuve, 18 meses fueron con obras. En el capítulo de compras del museo está muy bajo, porque el presupuesto se lo lleva la ampliación.
P. ¿Pretende implicarse en la vida artística valenciana?
R. Es una cuestión de carácter. No estoy metido en la vida artistica de Bilbao, ni hago vida social, voy a pocas inauguraciones. Me gusta cenar en casa.
P. Volviendo sobre una cuestión anterior ¿cómo se ha de resolver la problemática, que no sólo ha afectado al IVAM, sobre los espacios exteriories y emblemáticos de los museos?
R. Los espacios son públicos. Al margen de a quién pertenezca, es un espacio público bien resuelto [en el caso del IVAM], porque el edificio tiene una persencia digna, en principio no le hace falta nada. No soy de los que piensa que las ciudades tienen que llenar huecos por doquier. En el caso de pensarse qué se puede poner o qué puede ser emblemático ahí, creo que en las ciudades y en los espacios públicos tienen que estar las mejores esculturas. Sería partidario de Henry Moore o Giacometti. Por otra parte, me parece que el espacio tiene una gran dignidad, está bien resuelto por el arquitecto. El suelo, que está muy mal, y las escaleras se pueden arreglar. el espacio es inmediato, muy cómodo. Creo que la fachada del IVAM es una fachada serena, recta, como mi línea de acción o de trabajo, recta y serena.
P. En todo caso, la colocación de una escultura en ese espacio debería contar con el visto bueno del director. ¿Quién ha de ser decidir esa ubicación?
R. Habría una primera cuestión que sería la legal, que la desconozco. Un espacio urbano es de todos y hay que dialogarlo entre todos. Es un espacio que pertenece a los ciudadanos y la cultura: nos sentamos todos y dialogamos todos.
P. En cualquier caso, no le gustaría que se le impusiera una escultura.
R. Creo que lo que hay que evitar es llegar a esos extremos.
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