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Nova Esquerra aboga por consolidar ahora la unidad de la izquierda y no esperar a elecciones

Diego López-Garrido anuncia una convención en julio para debatir el ideario progresista

Nova Esquerra del País Valencià, que ayer celebró su tercer congreso, apuesta por consolidar ahora la unidad de la izquierda junto al resto de las formaciones progresistas y no esperar a que se echen encima las próximas elecciones, error que, según el partido, se cometió en marzo pasado. Tras arremeter contra la política del PP en el Gobierno central y en la Generalitat, NE apostó por hacer una gran coalición preelectoral con ideas renovadas. Diego López-Garrido, secretario general del Partido Democrático de Nueva Izquierda, abundó en la idea y anunció próximas iniciativas.

El tercer congreso de NEPV sirvió para hacer un acto de contricción por los malos resultados de las pasadas elecciones generales: "Tanto a nivel de nuestro país, como del Estado, los recientes procesos electorales han supuesto un triunfo inapelable de la derecha y una derrota sin paliativos de la izquierda", reconoció Josep Albert Mestre, ayer reelegido como secretario general de NE, en su informe general. Sin embargo, pese a este "fuerte retroceso de la izquierda", Mestre aseguró que todos en el partido están "fuertemente ilusionados" a la hora de acometer "con humildad" una necesaria renovación: "La vida continúa", resumió el líder de la formación, y abogó por superar el revés y lanzar ya a la sociedad un mensaje optimista de unidad de toda la izquierda a la hora de afrontar la renovación de las fuerzas de progreso.El mensaje fue directo: pudieron oírlo en vivo destacados representantes de otras formaciones de izquierda (entre ellos Joan Ribó, coordinador general de Esquerra Unida) puesto que el congreso de ayer estaba abierto a otros partidos y líderes sindicales.

También asistió al tercer congreso Diego López-Garrido, líder de la formación a nivel estatal, el PDNI. Y abundó en la necesidad de formalizar ya una renovación de las fuerzas progresistas. Y como principio, anunció para el próximo 2 de julio una "convención política" en Madrid titulada Nueva ciudadanía, nueva economía, nueva política y abierta a todos los partidos, sindicatos y organizaciones cívicas progresistas, en la que se propiciará "un debate de ideas" y en la que las "querellas internas estarán lo más desterradas que se pueda".

Unificar ideas

La reunión será previa a las grandes cumbres que han de hacer el PSOE e Izquierda Unida, y por ello el líder de NI confía en que asistan a la convención política reprentantes de todos los partidos progresistas (también las formaciones nacionalistas de izquierda), incluso aquellos que han mantenido confrontaciones directas en el pasado, para unificar ideas.

López-Garrido reconoció que el "gran pecado de la izquierda" ha sido precisamente dejar de comunicarse con la sociedad mientras se enquistaba en sus luchas internas. "Los ciudadanos quieren que se les solucionen sus problemas", dijo, y apuntó dos líneas para remediarlo. En primer lugar, fomentar una unidad de la fuerzas de progreso que vuelva a ilusionar al electorado, pero sobre todo ejercer la oposición: "La izquierda no debe estar obsesionada todos los días con ganar las elecciones", aseguró, "entre elecciones y elecciones tiene que hacer esa labor democrática que es controlar al gobierno diariamente... y hay muchas cosas que controlar".

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Y una vez dejó claro que los electores han encomendado en las urnas esa labor a la izquierda, comenzó sus críticas al PP. "Hay líneas directas de este Gobierno que tienen muy mala pinta", aseguró, pese a las promesas del PP de consolidar "la España de las opurtindades", en referencia a la ponencia que leyó el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, en el último congreso del PP.

"Un crecimiento de 4%, que comparte España con el resto de la Unión Europea", expuso, "creo yo que daría para que la gente no se muera en las listas de espera de la Seguridad Social, daría para que la gente no tenga que esperar años a que la Justicia resuelva sus problemas, daría para atender a las mujeres maltratadas...". En el mismo tono, López-Garrido siguió desgranando los puntos negros que, a su juicio, entraña el Gobierno de José María Aznar: "El PP, que se ufana de las grandes cifras macroeconómicas no sabe trasladar ese crecimiento a un incremento del bienestar de la gente más necesitada, más vulnerable". Y puso como ejemplo la precariedad de los inmigrantes. A juicio del secretario general de NI, el PP tiene una obsesión por mantener los temas de extranjería en el ámbito del orden público olvidando la situación de los afectados.

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