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La compañía de instalaciones de telefonía Sintel suspende pagos con una deuda de 24.000 millones

Sintel, un clásico en las telecomunicaciones españolas, presentó ayer ante un juez de Madrid un expediente de suspensión de pagos con una deuda de 24.000 millones de pesetas. Los sindicatos UGT,CCOO y CIG han iniciado una campaña de movilizaciones para poner de manifiesto que Sintel se encuentra "sin dirección y a la deriva". Las centrales creen que el origen de los problemas está en las diferencias surgidas entre Telefónica y la familia Mas Canosa, a la que vendió la empresa en 1996, y la consiguiente suspensión de los contratos de la operadora con Sintel.

La dirección de Sintel ha explicado que la solicitud de suspensión de pagos persigue "encauzar y superar la crisis económica que atraviesa" la compañía. Sintel registró una facturación de 50.000 millones de pesetas y un resultado bruto que superó los 3.400 millones en 1999, pero su deuda es de 24.000 millones de pesetas. La empresa emplea a 2.000 personas.Esas fuentes achacan la crisis en la compañía de instalaciones de redes y sistemas de telecomunicación a los elevados costes laborales que soporta y al retraso en el cobro de los trabajos que realiza para las operadoras de servicios de telefonía y telecomunicaciones.

Los sindicatos representados en la empresa (UGT, CCOO y CIG) tienen otra versión y señalan a la actual dirección como responsable de lo ocurrido por "su mala gestión". Las centrales, sin embargo, creen que el origen de los problemas se encuentra en las diferencias surgidas entre Telefónica, propietaria de la empresa hasta marzo de 1996, y el grupo MasTec, controlado por la familia del empresario cubano-americano Jorge Mas Canosa. El desacuerdo sobre el cumplimiento de los acuerdos económicos de la compraventa entre la operadora española y MasTec provocó, según esa versión, que Telefónica restringiera sus pedidos a Sintel y generara una profunda crisis.

La ruptura con Telefónica se intentó compensar con una estrategia de diversificación y creación de filiales, pero provocó una fuerte reducción de los márgenes de beneficio, con dificultades en la financiación y diferencias en el accionariado. Los representantes de MasTec dejaron el consejo en febrero.

En los últimos meses, el accionariado de Sintel ha vivido cambios importantes que han sumido a la gestión en una fuerte inestabilidad. El pasado diciembre, algunos accionistas intentaron sustituir al consejero delegado, Juan Antonio Casanova, que había adquirido un 87% de la empresa a MasTec junto a otros directivos a mediados de 1999. Casanova respondió buscando el apoyo de nuevos accionistas y en abril, Dositeo Barreiros, que tomó un 13,5% del capital, asumió el cargo de consejero delegado, pero no restableció la paz.

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