Empecemos respetando
Como el nuevo fútbol sólo conjuga en tiempo presente, los pronósticos desplazan a las selecciones históricas (Inglaterra, Italia y Alemania) a un descortés segundo plano. En un caso (Inglaterra), por su conocida timidez cuando sale al continente, aunque sus equipos hayan dado (con el Manchester a la cabeza) un positivo giro hacia la autoestima. En otro caso (Italia), porque no ha encontrado el equipo base y su juego carece del más mínimo sentido de la aventura, aunque conviene no subestimar su capacidad de improvisación (ver Mundial 82). Y en el último caso (Alemania), porque son los mismos viejos con los mismos collares, aunque supongo que no hace falta recordar que son viejos ganadores, que juegan en una selección ganadora. Para empezar, todos de pie, porque hasta los himnos suenan distinto cuando juegan las históricas. - La Eurocopa
y su primera paradoja
Desde esta tarde, la opulenta Europa examina el hiperfútbol del nuevo milenio: el de la desesperación comercial, el de la masiva migración de jugadores, el de la multiplicación vertiginosa de partidos. Los pesimistas temen un campeonato de jugadores cansados, entrenadores miedosos y partidos aburridos. Los optimistas vemos otra oportunidad para Francia, nueva grande desde el 98; una fiesta para Holanda, siempre comprometida con el buen fútbol; y una revancha para España, que pretende disolver su furia en agresividad atacante. Las tres selecciones fueron nominadas como favoritas por los entrenadores de los equipos clasificados; no sabemos si la razón es una sincera nostalgia hacia el auténtico fútbol (el que se juega entendiendo que el balón es el ombligo del juego), o un cínico desplazamiento de las responsabilidades (porque nadie quiere partir con el cartel de favorito). El fútbol va hacia los jugadores previsibles, hacia la potencia física y hacia la cautela táctica, pero los entrenadores, que pretenden disfrazar de modernidad ese rumbo miserable, votan todo lo contrario.
- El primer partido es una final
Selecciones favoritas, selecciones históricas, selecciones atractivas como Portugal, imaginativas como las balcánicas, rocosas como las nórdicas... Minas vagantes que irán por el campeonato para hacer daño desde el primer momento. Así como en los Mundiales participan países extravagantes y futbolísticamente inofensivos, este campeonato reúne a 16 equipos de buen nivel competitivo, de modo que un error en el primer partido puede comprometer la clasificación. Como hace mucho tiempo que la Eurocopa no respeta pronósticos, ya no cabe hablar de sorpresas. Así las cosas, todos alertas: hoy empieza la primera final.
- ¿Quién podía esperarlo del pueblo sueco?
Los entrenadores suecos Tommy Söderberg y Lars Lagerback, después de mucho meditar, decidieron que sus jugadores no podrían mantener relaciones sexuales durante la Eurocopa. Dice la noticia que los jugadores están encantados, incluso Fredik Ljungberg, mediocampista del Arsenal, aportó una reflexión personal muy meritoria al respecto: "Si mantengo relaciones sexuales la noche antes de los partidos", dijo, "cuando juego estoy vacío y no puedo controlar el balón". A lo de "estar vacío" podemos encontrarle hasta fundamento científico, pero me temo que su habitual desencuentro con el balón, es más una conjura del pie que del pito. El doctor Rubén Oliva, reconocido médico de la selección argentina de los años 70/80, solía traducirnos la complejidad científica al lenguaje callejero y empezó una jugosa disertación sobre el sexo con una parábola impactante: "Cuando el pito está parado, la inteligencia está en el culo". Lo que no dijo es dónde tenemos la inteligencia los entrenadores.
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