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Entrevista:Lluís M. Corominas | Secretario de organización de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC)

"Quizá alguien ha dejado de votarnos por ser poco soberanistas"

Lluís M. Corominas (Castellar del Vallès, 1963) sabe que una frase dicha a destiempo puede provocar una crisis en la coalición. En el partido tienen sobrada experiencia. Quizá por ello se muestra esquivo cuando se le pregunta por el nuevo marco de relaciones que Unió y Convergència deben aprobar en sus congresos de otoño. Aunque evita pronunciarse sobre su continuidad, nada le agradaría más que sacarse en el congreso la espina del consejo nacional, del pasado mes de febrero,cuando un 30% de los delegados se abstuvo o votó en contra de su nombramiento como secretario de organización.Pregunta. ¿Usted continuará como secretario de organización de Convergència?

Respuesta. Todavía no lo tengo decidido. Pero tampoco le negaré que yo acepté el cargo con el compromiso de ir más allá del congreso de noviembre. No obstante, hay un nuevo escenario en el partido y primero Artur Mas tiene que pronunciarse sobre si concurre o no a la secretaría general; yo espero que lo haga. Después comunicaré mi decisión.

P. Si se presenta podría sacarse esa espina que lleva clavada desde que recibió un voto de castigo en el consejo nacional.

R. No llevo ninguna espina clavada. A todo el mundo le gustaría salir refrendado en una votación con porcentajes a la búlgara o a la rusa, pero no me ha quedado una percepción negativa porque la gente pudo expresarse libremente. Hacía tiempo que no realizábamos una votación secreta.

P. Parece que en el consejo nacional hay un núcleo irreductible, porque Oriol Pujol Ferrusola también recibió un castigo similar al suyo al ser refrendado como responsable de las sectoriales. Un 30% de los consejeros se abstuvo o votó en contra.

R. Sí, tuvimos los mismos porcentajes, pero en un espacio de 400 personas coexisten muchas sensibilidades y es positivo que las expresen por esta vía. De todos modos, las claves sobre el resultado de una votación pueden ser diversas y no creo que coincidan las de Oriol con las mías. Desde la prensa se ha interpretado este hecho como un voto de castigo pero no me obsesionaría por ello, tenemos que aceptar que nuestra gente pueda discrepar de las propuestas de la dirección. En estos 20 años no nos hemos acostumbrado a este fenómeno en política.

P. ¿Cuál fue la razón que provocó este rechazo?

R. Cuando una votación es secreta, es secreta. Podríamos especular pero puede ser un conflicto de personas, métodos, formas o simplemente el momento.

P. ¿El cargo de secretario de organización de CDC implica tener malas relaciones con Unió?

R. No. Yo nunca he tenido problemas graves con Unió ni en mi ayuntamiento [Castellar del Vallès] ni en el Consejo Comarcal. Tenemos que olvidarnos de que una coalición tiene que llevar implícita una confrontación. De hecho lo que estamos diciendo estos días, y nos lo creemos, es que una coalición es una suma y por tanto tenemos que eliminar todos esos espacios que comportan una confrontación y acercar nuestras posiciones.

P. El nuevo marco de relaciones con Unió parece una película cuyo final no llegará hasta otoño.

R. Las pautas y las bases tienen que conocerse antes de los congresos, partiendo de la premisa de que ambos partidos tenemos voluntad de continuidad de la coalición y de que ya no nos sirve el actual protocolo de relaciones. Y nosotros, como partido mayoritario, decimos claramente que ya no nos interesa continuar con la actual fórmula de coalición porque provoca ciertas confrontaciones que queremos evitar en el futuro. No sé si es fusión o soldadura pero sí que tenemos que evitar salir en la prensa porque nos estemos peleando, sea por cuestiones de liderazgo, de números o de estrategia política.

P. ¿Será peor el remedio que la enfermedad?

R. Precisamente si nos ponemos a negociar es para evitar que la solución sea peor de la que existe y porque debemos adelantarnos a cualquier situación negativa de cara a 2003, en la elaboración de las listas o al elegir un nuevo líder.

P. Pero en cualquier caso, CDC ya ha renunciado a una fusión, entendida como la transformación de dos partidos en uno solo.

R. Depende de qué entendamos por fusión.

P. Ya se lo hemos dicho.

R. Repito. No es un tema de ponerle nombres a la fórmula o a la solución final. Lo importante es evitar situaciones futuras de confrontación. Si para ello tiene que haber un solo partido con un nombre o dos, eso no me parece importante.

P. Se lo preguntaremos de otra forma ¿Convergència debe mantener su idiosincrasia como partido?

R. Sí, pero eso no impide que no pueda ir sumada a la idionsincrasia de Unió. Nosotros no vamos a perder nada y Unió tampoco. Vamos a sumar la historia y la realidad de Unió con la historia y la calidad de Convergència. Si se define cualquier fórmula en negativo, nosotros no jugaremos.

P. El nuevo mecanismo debe ser incuestionable, o sea de no retorno.

R. Los partidos y las coaliciones, tanto en contenido como en organización, no pueden ser diferentes a la sociedad. Y por tanto tienen que estar en permanente actualización y revisión porque si no, nos moriríamos. Pero las bases no pueden cambiarse siempre, tendrán que ser sólidas.

P. Usted se cierra en banda. ¿Han salido escarmentados por las declaraciones de Artur Mas?

R. Mas dijo algo muy lógico que hay que reafirmar: que aceptaba su responsabilidad. Nosotros no teníamos un claro candidato y Unió sí.

P. Mas no sólo dijo esto.

R. Mas dijo además que ahora el partido mayoritario ya tiene candidato. Y cuando uno grande y otro pequeño no se ponen de acuerdo, lo lógico es que el líder de la coalición salga del partido más grande. Es un tema de sentido común. Pero no tendríamos que llegar a esta situación.

P. Esto parece una partida con todas las cartas encima de la mesa pero disputándose en una habitación a oscuras.

R. No podemos ir a nuestro congreso con una propuesta cerrada sobre el nuevo marco de relaciones con Unió, sino con unas pautas para el debate. Y evidentemente tampoco diciendo que las dos direcciones hemos pactado este protocolo. Pero evidentemente las discusiones no pueden hacerse de forma asamblearia.

P. Usted se enteró de la dimisión de Pere Esteve cinco minutos antes.

R. Me enteré antes.

P. Cinco minutos antes.

R. No hace falta concretar el tiempo.

P. El mismo día.

R. No se lo concretaré. Lo importante es que Pere Esteve tomase esta decisión y que respetásemos los órganos a los que había que comunicarlo. Los referentes de comportamiento son muy importantes.

P. ¿El congreso reforzará el perfil más soberanista de CDC?

R. No está planteado en esta clave.

P. El esquema de la ponencia política no deja lugar a dudas.

R. En la ponencia aprobada en el último congreso [1996] queda muy claro que nosotros somos soberanistas y es lo que hemos aplicado en estos cuatro años en cuanto a discurso y actuación, tanto en el partido como en el Gobierno. Y ahora, cuando alguien dice que tenemos que hacer más mensaje para las personas, yo me pregunto: ¿habríamos ganado las elecciones si no hubiésemos hecho una política para las personas? Desde el principio nuestra política es para las personas; si no nadie nos hubiese reafirmado con sus votos.

P. Desde aquel congreso han perdido en las elecciones más de 300.000 votos.

R. Los motivos pueden ser diferentes. Igual alguien ha dejado de votarnos porque querían que fuéramos más soberanistas.

P. ¿Quién es mejor Mas o Duran?

R. Ambos son unos activos muy buenos para la coalición. Pero evidentemente yo soy de Convergència y no sólo estoy al lado de Mas sino que haré todos los posibles para que sea nuestro líder en los próximos años.

P. En qué quedamos. ¿Ustedes proponen que cada puesto lo ocupe el mejor de la coalición y ahora llevan el agua al molino del partido?

R. No, no. El mejor para cada sitio. Y no me moverán de aquí.

Vicens Gimenez

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