Ferrero no conoce el miedo

Las sorpresas ya no existen en Roland Garros. Cuando el torneo llega a sus últimas rondas, sólo los mejores sobreviven. Y entre los cuatro últimos supervivientes está un español, Juan Carlos Ferrero. Tiene sólo 20 años y es el más joven de los que siguen vivos en París. Sin embargo, eso no merma en absoluto sus opciones. "Me gusta enfrentarme a los mejores", asegura el de Ontinyent. "Soy joven y no le tengo miedo a nadie. Puedo dar lo máximo de mí, y no descarto ganar este torneo". Son frases que ha ido pronunciando el jugador español a lo largo de estas dos semanas en el torneo de París, el que más lejos le ha llevado en el Grand Slam. Ferrero jugará hoy ante el brasileño Gustavo Kuerten, el campeón parisino de 1997, la segunda de las semifinales (en torno a las 16.00 horas, La 2). La otra semifinal enfrentará al sueco Magnus Norman y al argentino Franco Squillari (2-0 para Norman en sus emparejamientos precedentes).No son nombres que atraigan la atención del gran público, pero son los cuatro tenistas que mejor forma han acreditado estas dos semanas en París. De todos ellos, sólo uno, el brasileño, tiene experiencia en finales del Grand Slam. El resto no ha pasado nunca de unas semifinales -Nor-man las jugó también en el Open de Australia- y la mayoría no había pasado nunca de una tercera ronda. Nadie esperaba que Squillari llegara tan lejos en la tierra de Roland Garros y se convirtiera en el primer argentino que alcanza las semifinales desde que lo hicieran Guillermo Vilas y José Luis Clerc en 1982. Pero pocos pensaban también que Ferrero -finalista en Barcelona y en Dubai- fuera capaz de ir superando escollos, Corretja entre ellos, y se plantara en la penúltima ronda con una clarividencia de ideas y esa naturalidad que le caracteriza. En cambio, la campaña de tierra batida que realizaron daba todo el crédito a Norman (campeón en Roma) y a Kuerten (campeón en Santiago de Chile y Hamburgo, y finalista en Roma).

"Para mí no es ninguna sorpresa que Ferrero haya llegado tan lejos. Hace tiempo que viene jugando bien. Tiene buena clasificación y estará mucho tiempo entre los mejores del mundo. Es tan duro como todos los españoles. Y deberé jugar mucho mejor que contra Kafelnikov si quiero ganarle", replica Kuerten. Los resultados de París acreditan sus palabras. Ferrero superó con una solvencia insultante al australiano Mark Philipusis y al español Àlex Corretja para alcanzar las semifinales. Y ninguna de estas victorias elevó el tono de sus palabras o hizo cambiar su actitud.

Ferrero se lo toma con calma. Nada parece inmutarle especialmente, nada perturba su concentración y, al menos por el momento, no hay dudas en su cabeza. Tan metido está en el torneo que sólo ayer tarde se concedió un momento de relajación y salió a darse una vuelta por París, después de dos semanas en la ciudad. "Sé que Kuerten saldrá como favorito, pero si soy inteligente, realizo mi juego y llevo la iniciativa puedo llevarme el partido", asegura. Y agrega: "Guga fue campeón hace tres años aquí, ha sido finalista en Roma y campeón en Hamburgo. Pero no le veo fresco. Y, además, me apetece jugar contra él. Será un partido igualado, pero puedo ganarle". Ferrero vislumbra su futuro en este torneo con optimismo, pero con calma. Kuerten se siente ahora mismo como un superviviente, tras haber salvado un partido que casi tuvo perdido ante Kafelnikov. Puede que aquello no sólo le sacudiera físicamente sino también mentalmente. "No tengo nada que perder, porque podría ya estar fuera del torneo. Todo lo que logre ahora es un premio", asegura.