Veinte años de risa

Hace 20 años se estrenó Se acabó el petróleo, la que ha sido hasta fecha muy reciente la película con más espectadores del cine andaluz. Según las cifras oficiales, cerca de 450.000 personas se rieron con las ocurrencias de un trío de humoristas -Pepe da Rosa, Paco Gandía y Josele- que supo despertar la risa del público. Dos décadas después habría de ser una historia dramática -Solas- la que la desbancara, doblando el número de espectadores (904.000).A pesar del tiempo transcurrido, Se acabó el petróleo sigue obteniendo muy buenos niveles de audiencia cada vez que se emite en Canal Sur. Con todo, la exitosa vigencia durante 20 años de esta película y el triunfo de Solas pone de manifiesto el cambio sociológico que se ha producido en los últimos tiempos en Andalucía. A una película de humor grueso, a la que la crítica y el público más exquisito suelen poner a caldo, la ha sustituido una obra de calidad que ha obtenido numerosos premios. Con todo, Se acabó el petróleo forma parte de la historia del cine andaluz y su largo éxito la hace acreedora de respeto.

Pancho Bautista es el alma mater de esta película. Es coautor del argumento y del guión original, productor y director e incluso tiene una breve aparición. En cualquier caso, es curioso que la idea no surgiera de él: "Yo estaba entonces tratando de sacar adelante una película infantil cuando Manolo Malaver, distribuidor de películas, y Eloy Jiménez Trujillo, dueño de los cines Pathé, Florida, Andalucía y Bécquer -hoy cerrados todos- me propusieron, a partir de una charla de café matinal, escribir algo sobre la crisis del petróleo pero con mucho humor".

En un primer momento los nombres que barajaron para el reparto eran los de una pareja de cómicos que triunfaba en el cine español: Andrés Pajares y Fernando Esteso, secundados por el igualmente popular Juanito Navarro. Pero claro, el caché estaba por las nubes. "Pajares y Esteso nos pidieron cada uno unos cinco millones de 1980, lo cual era inviable para nosotros".

Sin embargo, teniendo en cuenta que el coste final de la película fue de unos 15 millones de pesetas. Hoy en día, Pancho Bautista no se arrepiente para nada del cambio en el reparto. De hecho, cree que una de las razones del éxito de Se acabó el petróleo estaba en la elección de los actores. "Con Solas ha pasado algo parecido, inicialmente ni María Galiana ni Ana Fernández iban a ser sus protagonistas y mira la repercusión que ha tenido, en gran parte por sus actrices desconocidas", indica Bautista.

El equipo técnico también era inexperto. Aunque ya se habían rodado en Andalucía varias películas, la mayoría de los profesionales que intervinieron en Se acabó el petróleo lo hacían por primera vez. Francisco Perales, en la actualidad profesor de cine en la Universidad de Sevilla, reconoce que aprendió mucho como auxiliar de dirección y que le fue muy útil a la hora de afrontar el rodaje de su única obra como director, Madre in Japan, rodada cuatro años después, una comedia al estilo de Berlanga que no tuvo mucho éxito.

Salvo Perales y algunos más, la mayoría de los profesionales que intervinieron en Se acabó el petróleo y que han continuado vinculados con el audiovisual forman parte de Canal Sur. Es el caso del realizador José Conde, que participó en el equipo de producción. "El dinero que había estaba muy ajustado pero tuvimos lo necesario, incluso para que el equipo cobrara lo establecido". En el equipo técnico también figuraba Eusebio Graciani, que, años después, ha sido ayudante de dirección de Pedro Almodóvar, Fernando Trueba, Bigas Luna y Vicente Aranda, entre otros.

La película no pasará a los anales del cine español, pero sí fue una buena cantera de cineastas. El aldabonazo triunfal de Solas sirvió, finalmente, para poner de manifiesto que un cine de calidad puede arrasar en las taquillas y para recordar con un guiño nostálgico una película como Se acabó el petróleo, que simboliza toda una época.