El entorno de Llamazares califica de "estalinista" la maniobra de Frutos
Tras el desconcierto inicial, han llegado las críticas a Francisco Frutos por intentar anular la candidatura de Gaspar Llamazares como posible sucesor de Julio Anguita al frente de IU. En el comité federal del PCE del sábado, Frutos pidió a Llamazares que retirara su candidatura. Sólo logró que la dejara en suspenso. El asturiano se limitó ayer a hacer una llamada al consenso -no puede criticar a Frutos después de aceptar una retirada temporal-, pero dirigentes de su entorno califican de "maniobra al más puro estilo estalinista" la estrategia de Frutos.
La situación es extremadamente tensa dentro de Izquierda Unida, sobre todo porque las batallas internas han sido tradicionalmente muy silenciosas dentro de esta formación, y especialmente del PCE, su partido hegemónico. Ahora, sin embargo, se ha desatado la guerra entre Frutos y Llamazares con toda su virulencia, y no en una reunión secreta de conspiración, sino en el comité federal del PCE, el máximo órgano, formado por más de 100 personas.
Lo que más critican los dirigentes del entorno de Llamazares, que no quieren aparecer con su nombre -algo más que común dentro de IU y del PCE-, es que Frutos esperara hasta el final de la reunión, casi a traición, para lanzar su opa hostil: señalando con el dedo al asturiano, le pidió que retirara su candidatura. Su argumento: el PCE, como partido clave, debe llevar un candidato a la Asamblea de IU, pero sólo uno.
Lo que está en el trasfondo de la batalla, además de la guerra entre Frutos y Llamazares, es la pugna entre los que creen que el PCE debe decidirlo todo en IU y los grupos minoritarios y los dirigentes más aperturistas de la coalición, que apuestan por reforzar IU y limitar la hegemonía del aparato del PCE.
Ahora la pugna se traslada a los órganos de IU, donde Llamazares tiene más apoyos, y especialmente el de Anguita, aunque su papel es una incógnita. Frutos tendrá que explicar su maniobra hoy en la permanente.
La disyuntiva, dicen quienes le critican, está entre salvar los muebles y aguantar como se pueda o cambiar de arriba abajo el poder en IU. Esto último, sin embargo, no es nada fácil, y así lo reconocen incluso los que apuestan por ello, porque esta fuerza ha sufrido ya tantas escisiones, expulsiones y abandonos que se ha quedado con algo que no es ni la sombra de lo que fue el PCE de la transición o la IU de principios de los 90.
Anguita recuerda que por ahora sólo el asturiano ha anunciado su candidatura
El coordinador general de IU, Julio Anguita, manifestó ayer en Toledo que por ahora el único candidato a sucederle es Gaspar Llamazares, "porque me lo ha dicho a mí, no por ahí". Anguita, que participó en la reunión del consejo político de IU de Castilla-La Mancha, aseguró que no tiene nada que objetar a una posible candidatura de Francisco Frutos, "aunque en todo caso", dijo, "si me lo dice a mí -sin ser obligato-rio-, lo constataré, como he hecho con Llamazares".El máximo responsable de IU no cree que su relevo abra un enfrentamiento, y quiso dejar claro que el debate en el PCE se produce "dentro de un partido" que toma decisiones que "no entorpecen" el proceso para el relevo al frente de IU aprobado por la presidencia federal, que "continúa".
Anguita quiso minimizar la crisis económica que atraviesa el PCE, que le obligará a abandonar su sede para instalarse en la de IU. El PCE, argumentó, se traslada porque la sede de IU "es grande". En su opinión, el problema económico en el seno de la coalición y en el propio PCE "no es tan grave". Anguita calcula que en dos o tres años podrá pasar este "bache" aplicando la receta de la austeridad. El Pasoc e Izquierda Republicana, por contra, se niegan a mudarse a la sede de IU.
Además, se mostró dispuesto a dar "alguna clase particular" al presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, después de que éste dijera que el comunismo "es un fracaso histórico". "Podremos discutir sobre las terceras vías y los socialismos que aceptan el sistema capitalista de manera vergonzante", concluyó.
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