La joven Marrero se suma a la fiesta
Todo pudo acabar en drama, pero la fiesta fue completa al final para las españolas en el torneo femenino de Roland Garros. Cuando Arantxa Sánchez, Conchita Martínez y Marta Marrero comenzaron sus partidos, los presagios no podían ser peores. Las tres perdieron la primera manga, y Arantxa la cedió con un procupante 6-0. Sin embargo, las tres lograron levantar sus respetivos encuentros y acabar clasificándose para los cuartos de final, donde Marrero se enfrentará a Conchita, y Arantxa a Venus Williams.Lo de Arantxa fue una auténtica proeza, una de aquellas remontadas que tantos títulos le han dado y que tantas vibraciones ha sacado de los aficionados. Arantxa perdía ante la austriaca Barbara Schett por 6-0 y 4-1, y no parecía que fuera capaz de cambiar el rumbo del partido. Pero su espíritu de lucha la llevó a ganar un punto imposible, tras caerse y levantarse para conectar su último golpe, y ahí comenzó su recuperación. "No sé ni cómo lo hice", reconoció la triple campeona de París. "Pero aquello me dio ánimos para seguir. El Grand Slam es muy especial para mí. Y para ganarme deberán jugar mucho mejor que yo". Hasta el final Arantxa sólo perdió otros dos juegos.
De forma similar ganó ayer Conchita. Más habituada este año al sufrimiento, la aragonesa llegó a perder por 2-0 en la manga final, antes de remontar e imponerse por 6-4. Sin embargo, el mayor mérito se lo llevó de nuevo la canaria Marta Marrero. A sus 17 años se clasificó para los cuartos de final, tras superar a la primera mamá que llegaba a octavos desde Margaret Court en 1973. Rossana de los Ríos, campeona júnior en París en 1992 y ausente cuatro años del circuito, ganó la manga inicial, pero cedió las dos siguientes por 6-0, 6-4. "No la he visto jugar", indicó Conchita al hablar de Marrero. "Pero sé que está jugando muy bien". Una de las dos estará en las semifinales.
