Seis autobuses lanzaderas suplirán los trenes de cercanías a Cádiz desde julio
Los trenes de cercanías que conectan las poblaciones de la Bahía de Cádiz y Jerez con la capital serán sustituidos por seis autobuses lanzaderas que, con una frecuencia de 30 minutos, cubrirán el trayecto entre el nuevo apeadero de Cortadura -situado a la entrada de la ciudad- con el casco antiguo. Esta medida será necesaria porque a principios del mes de julio se cerrará la estación término de Renfe ubicada en el centro de Cádiz debido a las obras que se llevan a cabo para el soterramiento de la vía del tren.
Cada día, 9.000 personas llegan a Cádiz utilizando un tren de cercanías que, hasta ahora, los deja en el centro de la ciudad. Canalizar la entrada de ese número de personas a la vez que minimizar el efecto negativo que conlleve el incremento del uso del coche son los aspectos sustanciales de un plan alternativo de tráfico elaborado por el ayuntamiento y que será cerrado el próximo martes, en una reunión que mantendrán los responsables municipales con el subdelegado del gobierno, Renfe, la compañía de Tranvías y la Jefatura Provincial de carreteras.Los autobuses lanzadera efectuarán sólo dos paradas equivalentes a las de los apeaderos de los trenes y dispondrán de estacionamientos propios para garantizar la rapidez del servicio. Junto al nuevo apeadero de Cortadura se ha previsto una parada con capacidad hasta para 12 autobuses de estas características, de forma que puedan suplirse situaciones de emergencia. Otros aspectos del plan incluyen la conexión de la nueva estación con la N-IV, la incorporación de un tercer carril en el Puente Carranza mediante conos -una medida que se ensaya con éxito- y las actuaciones específicas en el interior de la ciudad sobre los puntos más conflictivos, en los que los técnicos han detectado mayores aglomeraciones de vehículos.
"Todo está preparado y diseñado, a la espera de que se complete la coordinación con todas las partes implicadas y para presentar públicamente las medidas", dijo ayer Francisco Vivas (PP), concejal de Infraestructuras del Ayuntamiento. Desde la oposición, el concejal Juan Ortuño, de PSOE-progresistas, dudó ayer de la capacidad organizativa y previsora del gobierno: "Nos preguntamos porqué el PP no ha sido capaz de ofrecer aún explicaciones a los 9.000 ciudadanos que llegan cada día en tren y que a estas alturas no saben si habrá autobuses especiales ni qué medidas se tomarán y cómo les afectarán". Para Ortuño, el ayuntamiento no debe resignarse "a asumir el caos" sino elaborar medidas alternativas que garanticen la circulación. "Al PP parece que le interesa la improvisación. Ya recordamos el caos circulatorio de la Gran Regata y nos tememos que pueda volver a repetirse", añadió.
En cambio, Vivas considera que se han adoptado todas las medidas pertinentes aunque arguye que no se ha informado aún a la ciudadanía "para evitar que se olvide de la información".
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