El presidente de la Caja Vital critica a los partidos por usar las irregularidades descubiertas como "arma arrojadiza"

Pascual Jover, el presidente de la Caja Vital, ofreció ayer su primera comparecencia pública desde que el 14 de mayo este diario destapase las operaciones inmobiliarias dudosas y perjudiciales para la caja del empresario José Antonio Gordo, que en la última década creó un núcleo de poder e influencia en el seno de la entidad. Jover no quiso prejuzgar los resultados de la auditoría encargada el verano pasado por el anterior presidente, Juan María Urdangarín, que desvelaba las anomalías. Prefirió esperar a la nueva investigación que abrirá ahora la Vital, a través de una empresa externa. De momento, se han seleccionado "tres casas internacionales", de las que se contratará a una. El estudio analizará la compra o venta de terrenos y edificios por la Caja desde su fundación, en 1990, hasta ahora. Se centrará en las grandes operaciones que superen los 150 millones.El presidente de la entidad, no obstante, trató de delimitar el ámbito de la investigación. Recordó que se trata de un trabajo interno y criticó a los partidos políticos por haber utilizado las irregularidades afloradas "como arma arrojadiza". Jover aclaró, en cualquier caso, que si se encuentra una responsabilidad penal en la auditoría, se hará público el resultado y "se irá a los tribunales". En su comparecencia, eximió de responsablidades a los anteriores consejeros, porque a su entender han desempeñado hasta ahora su trabajo disponiendo de "poca información".

A preguntas de un periodista de un canal televisivo local controlado por Gordo, el presidente de la Vital admitió que el anterior Consejo de Administración, tras negarse a recibir la auditoría de Urdangarín y en ausencia de éste por enfermedad, aprobó investigar a su entonces presidente para aclarar si éste "se extralimitó o no en sus funciones" al encargar la investigación y "si hay actuaciones que pudieran serle imputables". En aquel consejo todavía no había sido elegido Jover y estaba controlado por personas afines a Gordo. El presidente de la Vital añadió que, al ceñirse la anterior investigación a una serie limitada de operaciones, "tiene poco valor si no se contrasta" con otra nueva auditoría.