Europa "maltrata" a Olazábal
El golfista se siente menospreciado y medita irse al circuito americano
José María Olazábal, uno de los puntales del circuito europeo de golf en los años duros, está descontento con la forma en la que funcionan las cosas últimamente en el Viejo Continente y medita muy seriamente emigrar al circuito americano la próxima semana. "Para ser un jugador sin nombre en Europa, preferimos ser un número en Estados Unidos", dice Sergio Gómez, el mánager del golfista guipuzcoano, uno de los mejores golfistas europeos de la última década, con dos triunfos en el Masters de Augusta.El circuito europeo, que durante los últimos años debió vivir de los jugadores, los patrocinadores y los torneos continentales y extra europeos para sobrevivir, vive los últimos meses una época de britanización. La madurez y la regularidad del escocés Colin Montgomerie, el estandarte británico pese a que aún no ha ganado ningún grande, y la confirmación de Clarke, Westwood, Lawrie y Harrington han hecho revivir el potencial de las islas.
El malestar de Olazábal tiene unas cuantas causas clave. Cuando se pusieron unas normas de clasificación para el torneo mundial de Akron que perjudicaban a los jugadores que no hacían el circuito europeo al 100%, Sergio García (que simultanea el americano y el europeo) y el sueco Parnevik (inscrito sólo en Estados Unidos) protestaron públicamente. Poco después, Olazábal se enteró de que el circuito europeo negociaba con ambos jugadores su inclusión en Akron. Con Olazábal, que tampoco juega al 100% en Europa, no hubo negociación. "Si el circuito europeo es los expatriados y Montgomerie contra el resto, preferimos el americano, en el que es todos contra Woods", dice Gómez.
Olazábal también siente que se maltrata al jugador de Hondarribia en las retransmisiones televisivas, pero quizás la gota que colmó el vaso cayó en el torneo de Hamburgo. El jugador vasco, que llegó como ganador del último torneo disputado, el Benson & Hedges, se sintió ninguneado. A pesar de ser uno de los jugadores más atractivos, no le organizaron una conferencia de prensa previa. Y un día pidió un coche de cortesía (los organizadores cuentan con una flota de vehículos con chófer para trasladar a los jugadores del hotel al campo) para él y para Miguel Ángel Jiménez y los organizadores le dijeron que se le habían acabado y que fueran en autobús. "Como el torneo estaba organizado a mayor gloria de los contratados [los norteamericanos que llegaron con fijo de salida], nos negaron el pan y la sal".
"¿Es que hay que ser problemático para que te hagan caso?", se pregunta Gómez. "Pues entonces vamos a serlo. Como cuando Westwood y Clarke amenazaron con irse al circuito americano. Se quedaron. Y al poco tiempo estaban diseñando campos de golf para el europeo. Y a José Mari no le han encargado ninguno". Gómez precisa, sin embargo, que si Olazábal anuncia que se va es porque quiere irse y porque se va, y no para lograr que el circuito europeo le atienda. "Y si entonces vienen los del europeo a decirnos que nos quedemos, les diremos que han llegado cinco minutos tarde".
Es la primera vez que Olazábal muestra públicamente su descontento con el circuito europeo. Lo hace, además, en vísperas del Open de Estados Unidos, el segundo grande del año (15 a 18 de junio). Hasta ahora, el guipuzcoano, de 34 años, que no ha considerado nunca prioritario el aspecto económico del juego, ha desestimado todas las invitaciones para inscribirse en el circuito americano. "Y aunque sigamos jugando una docena de torneos en Europa, será América quien condicione el calendario".
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