Fallece Francisco Lozano, el pintor de los paisajes mediterráneos
"Fue un hombre esencialmente mediterráneo". Así definió su hija Mercedes al prestigioso pintor valenciano Francisco Lozano, al recibir en febrero la medalla de honor de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia en nombre de su padre. Fue el último homenaje público a un artista muy estimado que falleció en su domicilio de Valencia la noche del pasado martes a la edad de 87 años. El acuarelista y paisajista, nacido en la localidad valenciana de Antella en 1912, fue enterrado ayer en el cementerio de Bétera.
Lozano se encontraba muy débil en los últimos meses, lo que impidió su asistencia al sentido homenaje que le tributó la comunidad artística a uno de los pintores valencianos de mayor reconocimiento y prestigio. Pero su vocación fue tan grande que hasta casi sus últimos días se desplazaba acompañado a El Saler con la intención de continuar pintando.La luminosidad y la sensibilidad con que plasmó los paisajes campestres o marítimos de la ribera del Mediterráneo forman parte de la memoria colectiva de los últimos 50 años del arte valenciano. El Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) le dedicó en 1993 una exposición antológica. Fue un maestro entre sus coetáneos.
Francisco Lozano "nunca pudo vivir lejos de esa luz de Valencia, y sin embargo", comentó en febrero su hija, el artista siempre fue "muy poco dado a patriotismos o folclorismos demasiado locales". "No ha necesitado grandes escenografías ni desordenadas peripecias" para desarrollar su trabajo, añadió Mercedes Lozano en el acto de febrero al que asistieron el consejero de Cultura, Manuel Tarancón, y la directora general de Promoción Cultural, Consuelo Ciscar.
De hecho, la pintura de Lozano trató de captar la esencia del paisaje marítimo uniendo el monocromatismo al esquematismo de la forma, prescindiendo de toda escenografía y siguiendo su propio camino, alejándose del transitado por Joaquín Sorolla. Las imágenes más sencillas, los lugares más saboreados, alimentaron su obra de profundo aliento poético.
Múltiples premios
Poseedor de un nutrida producción, de la que se pueden destacar cuadros como La calle blanca, La playa, Orillas de la Albufera, Puerto de Benidorm o Paisaje del Perelló, Lozano ha colgado su obra en numerosos museos y colecciones particulares de todo el mundo, de países americanos y europeos, y también de Oriente Medio. Nueva York, Los Ángeles, San Diego, París Bruselas, Roma, México, Buenos Aires, Caracas, Montevideo, El Cairo, Madrid o Valencia son algunas de las ciudades que tienen obra de este autor valenciano, casado con Antonia Mompó, y con tres hijas, una de ellas, la conocida actriz valenciana Teresa Lozano.
Doctor honoris causa de las academias de Bellas Artes de San Carlos de Valencia y San Fernando de Madrid, Premio Nacional José Antonio, Premio Uruguay, Medalla Exposición Nacional de Bellas Artes, miembro del primer Consell Valencià de Cultura, a propuesta del PSPV, e hijo adoptivo de Xàtiva, Lozano ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia y fue becario del colegio de San Juan de Ribera de Burjassot y de la Residencia Oficial de Pintores, en Granada. Comenzó su carrera pictórica en el género del retrato, logrando en esta especialidad cierto renombre en los medios aristocráticos.
Pero, tras la guerra civil, se siente atraído por el paisaje mediterráneo valenciano y se vuelca en lo que es el gran leit motive de su obra. Fue entonces también cuando Eugeni D'Ors lo incorporó a los famosos salones de los once, que supuso una gran proyección nacional sobre todo a raíz de una exposición en 1946 en la Galería Estilo de Madrid, la que le granjeó un éxito tal que le abrió las puerta a ulteriores exposiciones colectivas e individuales.
Después de una larga estancia en Sudamérica, Francisco Lozano donó en 1980 a la ciudad de Madrid una colección de 44 obras integrada por dibujos a lápiz y carbón, acuarelas, tintas y óleos destinados al museo municipal. En Madrid mantuvo firme su amistad con Pedro Laín Entralgo y también con el malogrado jurista valenciano Francisco Tomás y Valiente.
A pesar de la discreción que ha mantenido la familia, el conocimiento del fallecimiento de Francisco Lozano provocó ayer muestras de dolor. El PSPV, a través del diputado Baltasar Vives, manifestó que con la pérdida del pintor desaparece uno de los artistas valencianos más importantes del siglo.
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