El Gobierno argentino reduce el presupuesto de la Administración en 169.000 millones anuales
El Gobierno argentino anunció ayer una reducción presupuestaria de la Administración pública estimada en 938 millones de dólares anuales (168.840 millones de pesetas), parte de los cuales se destinarán a la creación de un fondo solidario con las provincias para atender las situaciones de emergencia que se presentan casi a diario en todo el país. La rebaja de salarios de los empleados del Estado, con excepción de los jueces, alcanza al 12% para los que ganan entre l.000 y 6.500 dólares (entre 180.000 y 1.170.000 pesetas) y del 15% para los que cobran más de esa cantidad.
El programa de reformas económicas incluye, entre otras medidas, la reconversión y fusión de organismos públicos, la modificación del sistema de salud para que las empresas de medicina prepago puedan competir en el mercado de las obras sociales, bajo control de los sindicatos, y la reducción de las jubilaciones y pensiones por regímenes especiales, llamadas "de privilegio". Sólo se excluye de la reducción del Presupuesto en casi todas las áreas el llamado "gasto social", el que comprende los planes de subsidio a los desocupados y de asistencia a los dos millones de ciudadanos reconocidos bajo la línea de pobreza.En el programa se anuncian también proyectos de construcción de obras públicas, encargados a empresas privadas, estimados en 10.000 millones de dólares (1,8 billones de pesetas) que deberían ponerse en marcha este mismo año. Las concesiones para la explotación de hidrocarburos se ampliarían otros 10 años a cambio de compromisos de inversión estimados en 8.000 millones de dólares (1,44 billones de pesetas). El Gobierno confía además en que la apertura del mercado de las telecomunicaciones el próximo noviembre, controlado hasta ahora sólo por Telecom y Telefónica, atraiga a otras compañías.
El presidente Fernando de la Rúa, acompañado por el pleno de su gabinete, presentó ayer en conferencia de prensa el temido "plan de ajuste", como lo llama la prensa, que se anunciaba desde hace una semana. Para De la Rúa se trata de la "segunda etapa de las reformas económicas". El presidente dijo que en la primera, iniciada el pasado 10 de diciembre cuando asumió su cargo, se propuso "salir del abismo al que el país era empujado por un déficit descomunal". Y agregó: "Se inicia ahora una profunda transformación del Estado. Esto supone un esfuerzo para profundizar la reducción del déficit e incluye reformas estructurales tendientes a la libre competencia". "Significaría una miopía ver el anuncio que hoy [por ayer] hacemos como un mero ajuste", concluyó.
Dirigentes sindicales de la Confederación General del Trabajo convocaron ayer, sin embargo, a la asamblea de delegados de todo el país para discutir la convocatoria a un paro general en señal de protesta.
