La juez inculpa a un guardia civil en el secuestro de la farmacéutica de Olot
La investigación judicial del secuestro de la farmacéutica de Olot Maria Àngels Feliu continúa avanzando por complejos e inesperados derroteros. La última diligencia de la juez instructora, Pilar Castillo, ha consistido en citar a declarar como imputado a un guardia civil que estuvo destinado en la comarca de Osona durante el periodo en que la farmacéutica permaneció secuestrada. La semana pasada, Castillo prorrogó un mes más el secreto de sumario para facilitar así el curso de las investigaciones.
El agente Carlos Díaz, que actualmente vive en Ourense y está separado del servicio, conoció a Ramon Ullastre, propietario de la casa en cuyo sótano se ubicó el zulo, y al ex detective Guillermo Conde. Éste fue citado a declarar como imputado por Pilar Castillo el mes pasado y podría haber actuado de nexo de relación entre la banda de secuestradores encarcelados y los dos primeros procesados, Joan Casals y Xavier Bassa.El guardia civil, que con toda probabilidad declarará mañana en los juzgados de Olot, fue destinado a la comarca de Osona mientras Maria Àngels Feliu encaraba la recta final de su largo cautiverio de 492 días. La supuesta relación que Carlos Díaz mantuvo con Ramon Ullastre, actualmente encarcelado, no es nada sospechosa teniendo en cuenta que por aquel entonces el presunto secuestrador ejercía el cargo de vigilante municipal en Sant Pere de Torelló.
La tarea de ambos propiciaba el contacto. No obstante, el guardia civil, cuyo testimonio deberá incorporarse en el largo y complejo sumario, tiene una mancha negra en su expediente, puesto que fue condenado por la Audiencia de Barcelona por tenencia ilícita de armas de fuego. Díaz ha recurrido la sentencia al Tribunal Supremo.
Ullastre, que compartía con el guardia civil la afición por las armas, fue declarado inocente de una acusación similar, en gran parte gracias al testimonio favorable de miembros de cuerpos policiales que acudían con asiduidad a la galería de tiro que tenía en su casa.
Nexos con Bassa y Casals
La imputación del guardia civil podría tener su origen en la declaración que hace un mes efectuó en el juzgado de Olot el ex detective Guillermo Conde, que trabajó durante un tiempo en la misma agencia de detectives de Barcelona que Xavier Bassa. Estas imputaciones más recientes se relacionan, en medios próximos a la defensa de los implicados, con los intentos de la investigación judicial de encontrar nexos de relación entre la banda de secuestradores confesos y encarcelados, y los dos primeros implicados en el secuestro, Casals y Bassa, que fueron procesados cuando Maria Àngels Feliu todavía permanecía en el zulo de Sant Pere de Torelló. Actualmente permanecen encarcelados por el secuestro el ex vigilante de Sant Pere de Torelló, Ramon Ullastre; el ex policía municipal de Olot, Toni Guirado; Sebastià Comas, carcelero y presunto liberador de Feliu, y Josep Lluís Paz. Todos ellos, con diversos grados de responsabilidad y de atenuantes, son los presuntos integrantes de la banda que perpetró el secuestro. Entre los imputados en la causa se encuentran también, además de Díaz y Conde, María Ángeles Mariño, esposa de Joan Casals; Montserrat Teixidor, esposa de Ullastre, y el entrenador de fútbol Joan Manuel Pérez. Casals y Bassa siguen procesados desde 1994.
La investigación judicial sobre el secuestro de Olot dio un giro cuando el pasado mes de abril la juez citó a declarar al ex detective Guillermo Conde y éste acabó imputado en la causa. Conde trabajó en una agencia de detectives que al parecer prestó servicios a responsables del Banco de los Pirineos, entidad que quebró en 1983 y con la que estuvo vinculado el padre de la farmacéutica, Tomàs Feliu de Cendra, y el empresario Ramon Roca, que fue secuestrado en Agramunt en 1988 y a quien la juez del caso Olot interrogó a principios de año.
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