Saramago defiende a los inmigrantes al recibir el Premio Agustín Merello

El escritor portugués y premio Nobel de Literatura José Saramago, en la voz de su mujer, Pilar del Río, convirtió ayer la entrega del IX Premio Agustín Merello de la comunicación en una advertencia sobre "la tolerancia". El galardón, concedido por la Asociación de la Prensa de Cádiz y Unicaja, se concede a Saramago por "su labor intelectual y periodística y los valores humanos demostrados en la defensa de los más desfavorecidos". El intelectual luso recordó que tolerar significa permitir, soportar y se preguntó: "¿Cuántos tolerantes de ayer son intolerantes hoy con la llegada de las pateras, en el Ejido, porque temen por los puestos de trabajo de sus hijos, o a los inmigrantes africanos y no africanos?". El autor de Ensayo para la ceguera, especialmente sensibilizado con el drama de la inmigración, se mostró muy crítico con la situación social que se genera en torno a los inmigrantes, con "la confusión de religión, de razas, de colores, de vida".

El escritor, que reclamó "el derecho de respetar y ser respetados", lamentó que, en relación con la inmigración, exista "quien trata de justificar lo injustificable". Saramago ya había ensayado hace años sobre la tolerancia, a través de colaboraciones en prensa, una labor que ha sido destacada por el jurado del premio. "Se trata de un asunto que por más que hablemos y por más que acentuemos siempre suena nuevo, fresco", dijo ayer la esposa del escritor.

La dotación económica del premio, un millón de pesetas, ha sido entregado por el intelectual luso a la asociación Algeciras Acoge, siguiendo así con la tradición de los premiados