Los constructores de Elche dan un plazo de 10 años para rehabilitar "sin riesgo" las viviendas afectadas

La Asociación de Constructores de Elche, Ateco, instó ayer a las administraciones a que en un plazo no superior a 10 años inicien las labores de rehabilitación de 20.000 viviendas, repartidas en cuatro barrios obreros de la ciudad, afectadas por "graves" deficiencias estructurales y de habitabilidad. Este plazo, según explicó ayer Manuel Cerdá, técnico redactor de un informe en el que se subrayan las carencias de las viviendas edificadas a mediados de siglo, es el idóneo para que "no exista ningún tipo de riesgo" para sus inquilinos.El presidente de los constructores, Diego García, se "congratuló" de que el Ayuntamiento sea el que asuma, a través de un órgano de gestión desde el que canalizará las ayudas, la rehabilitación de estas viviendas donde habitan 100.000 personas, en su mayoría de la tercera edad. La empresa municipal Pimesa, encargada del desarrollo urbanístico de la ciudad, será la encargada de solicitar las subvenciones de los planes de Vivienda para poder acometer las reformas.

El arquitecto redactor del informe, Pascual Cámara, considera "superficial" el capítulo en el que se fija en 36.000 millones de pesetas el coste económico de la intervención. "Hasta que no se encarguen los proyectos de rehabilitación se desconocerá la cuantía real", dijo Cámara. La Asociación de Constructores apuesta por la firma de un convenio de colaboración entre Generalitat, Ayuntamiento, Universidad Miguel Hernández y Ateco para afrontar las obras.

Las viviendas afectadas corresponden a los inmuebles edificados, a partir de 1950, en el ensanche de la ciudad para acoger la llegada de miles de inmigrantes atraídos por la industria zapatera. Desde ese año a 1975, el incremento poblacional que experimentó la ciudad fue de 100.000 habitantes.

La rápida construcción de las casas y la baja calidad de los materiales han provocado que el paso de los años haga estragos en las estructuras. La carbonatación del hormigón, con la oxidación de las armaduras de los inmuebles, es una patología que afecta a "todas las viviendas que figuran en el informe", afirmó Cámara. Cerdá, por su parte, consideró que se trata de una "enfermedad progresiva" que debe ser atajada, ya que afecta de manera irreversible a la estructura.

En cuanto a la aluminosis, localizada únicamente en forjados de viviendas construidas entre 1960 y 1975, Ateco solicita la realización de una campaña de chequeo que detecte su posible impacto en los edificios.