Tres goles y 19 horas de espera

Probablemente, Phileas Fogg, el personaje de Julio Verne que pasó por mil y una peripecias para recorrer el mundo en 80 días, no sufrió tanto como los cerca de 200 valencianos que se desplazaron a París para apoyar a su equipo, vieron cómo éste era vapuleado y luego tuvieron que esperar 19 horas para tomar un avión que les llevara de vuelta a casa. El caos que imperó en el principal aeropuerto de París sumió en la desesperación no sólo a los dos centenares de seguidores más perjudicados -aquellos que tardaron casi un día en coger sus respectivos vuelos- sino a todos aquellos -se cuentan por miles-que padecieron la falta de previsión de las agencias de viajes y la autoridad portuaria francesa. En cualquier caso, los primeros sufrieron lo suyo.Pasaron todo un día en un inmenso aeropuerto totalmente abandonados. Un vicepresidente del Valencia, Jaime Ortí, se acordó de ellos a las 11 horas y, al menos, les consiguió un sitio en el que asearse y pugnó para adelantar la salida de los más necesitados. Niños y personas mayores, sobre todo. Aún así, la suerte del grueso de la expedición no mejoró. Llegaron a Manises hacia las 20.30 horas. Otros cientos de valencianistas tampoco estaban contentos. Embarcaran en el horario previsto o no. Los frecuentes retrasos, con ser importantes, eran hasta asumidos.

Lo que resultaba inaceptable era la apabullante falta de información, la desaparición de los paneles de vuelos inicialmente previstos, la falta de tripulación en otros y la salida de varios sin sus pasajeros, que, por lo general, habían pagado más de 80.000 pesetas para disfrutar de un desplazamiento rápido y cómodo. No fue así en muchos casos. "Si nos llevaramos a casa la copa, aún, pero sufrir este caos con un 3 a 0 en la mochila resulta insufrible", comentaba anoche un aficionado, pasadas las tres de la mañana, en el Roissy-Charles de Gaulle. "No nos hemos sentido maltratados porque allí no había nadie, pero sí tirados como colillas y pisoteados", añadió otro, ayer por la tarde, a su llegada a Manises.

De hecho, resulta incomprensible que poco antes de la una de la madrugada, con el aeropuerto atestado, la dirección solicitara a los pasajeros con destino Valencia que canjearan sus billetes por tarjetas de embarque para subir a los aviones por riguroso orden de llegada. El caos fue tal que, apenas 30 minutos después, esa instrucción fue revocada para volver al orden inicial. Cada viajero debía tomar el vuelo que había contratado. Finalmente, así fue en muchos casos. En otros tantos, la cosa no fue tan sencilla. "Esto es un desastre", clamaba ayer por la tarde en la cadena SER Rodrigo, un valenciano que ya se conoce al dedillo el Roissy-Charles de Gaulle: estuvo casi 20 horas en él.

En Manises, por contra, la situación fue diferente. A pesar de ello, el jefe superior de Policía de la Comunidad Valenciana, Segundo Martínez, reiteró ayer sus acusaciones contra la agencia Hoy Viajamos, a la que culpa de haber sumido en el caos al aeropuerto durante la partida masiva de aficionados, informa Felip Pinazo. AENA su sumó a la posición de Martínez, mientras un portavoz de la agencia negaba las acusaciones. El "único" vuelo en el que tuvieron "anomalías" fue el de las 10.10, ya que tuvieron que trasladar a los pasajeros al aeropuerto de L'Altet (Alicante), dijo.