_
_
_
_

Unió advierte a Convergència que no tolerará más amenazas sobre el proceso de fusión

Unió Democràtica (UDC) advirtió ayer que no tolerará de ningún otro dirigente de Convergència (CDC) más salidas de tono como la que efectuó el lunes el consejero de Economía y próximo secretario general del partido, Artur Mas, al abogar por la fusión de ambas formaciones políticas. El portavoz democristiano, Jordi Casas, exigió a Mas una rectificación para no agravar "la crisis en la coalición". Tal es el clima de crispación que invade a CiU que el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, se reunirá hoy con el actual secretario general de CDC, Pere Esteve, para encauzar la situación.

Los dirigentes de Unió no se anduvieron ayer con medias tintas. Las palabras de Mas han provocado una crisis en la coalición, a su juicio innecesaria, cuando las direcciones de ambos partidos ya habían pactado aparcar públicamente el debate sobre la sucesión de Jordi Pujol al frente de CDC y el liderazgo de Convergència i Unió. Había que concentrarse tan sólo en el debate de las ideas y en la celebración de los congresos de otoño. Pero el lunes, el consejero de Economía cortó por derecho al afirmar que si Unió y Convergència no se unificaban, el futuro candidato a la presidencia de la Generalitat debería salir del partido más grande, o sea de CDC."Si las declaraciones de Mas corresponden a una estrategia, considero que quien la ha diseñado ha cometido un error, porque si se sigue con el contenido que decía ayer [por el lunes] Mas, lo que se hace es poner en crisis la coalición". La afirmación de Jordi Casas no deja lugar a dudas sobre los ánimos que invaden las filas democristianas. El portavoz exigió una rectificación "por parte de quien ha ideado esta estrategia". "Si nosotros hiciéramos lo mismo", añadió, "lo que conseguiríamos es traspasar la crisis al Gobierno [de la Generalitat]".

El portavoz democristiano cree que los nuevos mecanismos de relación entre los dos partidos o la elección de posibles candidatos no deben debatirse en los medios de comunicación, sino de forma interna en los órganos de dirección. "Sacar este debate a la calle sería un error", aseveró, porque a la gente no le interesa este asunto y lo único que quiere es que gobernemos".

Ayer mismo, Artur Mas suavizaba sus afirmaciones del domingo. En la emisora COM Ràdio, el consejero de Economía evitó pronunciarse sobre la sucesión de Jordi Pujol porque, a su juicio, es una cuestión que tiene que abordarse después de los congresos de otoño. Al mismo tiempo, obvió cualquier referencia a la fusión entre UDC y CDC y tan sólo se mostró partidario de buscar un nuevo marco de relaciones que asegure la continuidad de la coalición con vistas al futuro.

Pujol, indignado con Mas

El máximo dirigente de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, expresó tanto al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, como al secretario general de CDC, Pere Esteve -con quienes habló ayer por teléfono- su profundo malestar por las palabras de Mas, sobre todo porque suponen una ruptura del pacto oral entre las direcciones de ambos partidos de aplazar el debate público sobre el liderazgo de CiU.

Fuentes de la coalición nacionalista indicaron que fue precisamente Jordi Pujol quien impuso este silencio y por este motivo se ha indignado por las declaraciones de Artur Mas.

La gravedad de la situación ha obligado a Duran y Esteve a mantener una entrevista, que se celebrará a última hora de esta tarde. Esteve aprovechará la reunión para explicar al líder democristiano su decisión de no presentarse a la reelección como secretario general de CDC.

No obstante, en público, el líder de UDC y consejero de Gobernación evitó polemizar sobre este asunto. Tras serle entregada ayer por parte del Gobierno chileno la Orden de Bernardo O'Higgins, Duran Lleida declaró: "El mejor servicio público que le puedo hacer a CiU y al futuro del Gobierno de Cataluña es no hacer declaraciones".

Por su parte, Joaquim Nadal, portavoz socialista en el Parlamento catalán, aseguró ayer que en Cataluña se han encendido las "luces de alarma" porque el Gobierno de CiU se encuentra en una situación de "descontrol" dado que sus máximos dirigentes están concentrados en el proceso interno de sucesión de Pujol. "Van apareciendo síntomas de crisis, pero CiU sitúa ante todo el aquelarre sucesorio", afirmó Nadal. En similares términos se manifestó el secretario de organización del PSC, José Montilla.

Menos contundente se pronunció el secretario general del Partido Popular, Rafael Luna, quien expresó su temor de que el debate sucesorio pueda frenar la acción de Gobierno de la Generalitat.

Pujol deberá responder en el pleno parlamentario de hoy una pregunta del PP en este sentido y sobre si Mas podrá compatibilizar sus cargos de consejero de Economía y portavoz del Ejecutivo con el de secretario general de CDC, que con toda probabilidad asumirá tras el congreso de noviembre.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_